Además de ser un verdadero placer para todos los sentidos, el yogur resulta imprescindible en nuestra dieta por su gran riqueza nutricional. Con frutas o al natural, azucarado o ácido, líquido o cremoso, servido como acompañamiento o solo, este alimento ejerce sus poderes saludables desde hace miles de años.
Beneficios del yogur
El yogur tiene un alto contenido en calcio, así como en vitaminas A y D y minerales como el potasio, el magnesio, el fósforo o el zinc, sustancias que son indispensables para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
El consumo del yogur regula el tránsito intestinal y mejora el funcionamiento del aparato digestivo. Los fermentos que contienen el yogur llegan a complementarse con los microorganismos que se encuentran en la flora intestinal contribuyendo al funcionamiento correcto del aparato digestivo.
Ayuda a prevenir la osteoporosis que es una enfermedad que se caracteriza por la reducción de la masa ósea lo que lleva un aumento de riesgo de sufrir fracturas. La forma correcta de prevenir esta enfermedad es con una ingesta adecuada de calcio durante todas las etapas de la vida y el yogur, en ese sentido, preserva la integridad de los huesos consumido de una forma regular.
Aumenta la respuesta inmunitaria y disminuye el riesgo de sufrir diarreas gracias a los probióticos que contiene que se incorporan a la flora intestinal y ayuda a prevenir la obesidad con la simple ingesta de unos 1.000 mg de calcio al día, lo que es equivalente a dos vasos de leche y a un yogur.
¿Cuándo se debe ingerir?
Es ideal consumirlo al comenzar el día en el desayuno ya que ayuda a preparar nuestro intestino para que pueda digerir mejor los alimentos que irá recibiendo a lo largo de todo el día.
Como merienda o al mediodía, el yogur es uno de los tentempiés más sanos que se pueden ingerir entre horas además de ser uno de los más livianos, algo que hace que pueda incluirse en la gran parte de las dietas para adelgazar ya que solo aporta unas 55 kilocalorías por cada 100 gramos.
Como postre también resulta muy apetecible después de la cena o de la comida y también cuenta con la ventaja de ayudar a limitar la absorción de las grasas de los demás alimentos. Puede ingerirse también como ingrediente en cualquier postre casero.
Como guarnición resulta muy rico ya que gracias a su textura es perfecto para acompañar manzanas asadas o patatas, inclusos para elaborar salsas. Mezclado con otros ingredientes o solo, a las ensaladas les otorga un sabor muy especial.
Mejor tolerancia
Aunque la leche tiene innumerables beneficios, es común que las personas adultas cada vez la consuman menos por la dificultad de digerir su lactosa. En este caso el yogur posee entre un 20% y un 30% menos de lactosa que la leche además de contener enzimas que ayudan a la digestión de esta sustancia. La absorción de la lactosa del yogur es entre tres y ocho veces mejor que la leche, tanto en las personas adultas como en niños.