Se suelen acumular en las zonas del abdomen, las cartucheras o los tobillos y proporcionan sensación de volumen e hinchazón. Deshazte de estos líquidos que te sobran y no dejes que lleguen a arruinar tu figura.
Factores responsables en la retención de líquidos
Una pesadez en las piernas, abdomen abultado o incluso manos hinchadas suelen ser síntomas de poder padecer una retención de líquidos y en una situación normal nuestro organismo pondrá en marcha un mecanismo de tipo hormonal que se ajusten los niveles de los líquidos y se facilite el equilibrio pero existen factores orgánicos que favorecen dicha retención como algunas enfermedades hepáticas o renales o trastornos de tipo circulatorio.
En estos casos el problema de dicha retención se debe por una ralentización en el retorno linfático y sanguíneo con lo que los líquidos se estancan entre las células de los tejidos más blandos.
También existen otro tipo de factores ambientales como algunos medicamentos tipo anticonceptivos orales, corticoides o antiinflamatorios que logran desequilibrar las fuerzas que nos regulan el paso de estos líquidos o incluso la falta de una actividad física, siempre necesaria o el uso de ciertas prendas de vestir que pueden llegar a impedir una circulación correcta de retorno tanto linfática como venosa.
Los factores hormonales también influyen de una manera directa en la retención de líquidos ya que los estrógenos son los que permiten la permeabilidad de nuestros capilares. Si la presencia de éstos es excesiva, como suele ocurrir en los días previos a la menstruación o durante la ovulación, los capilares se tornan más permeables y permiten que se escape el agua en los tejidos blandos, lo que por una simple cuestión de gravedad, nuestra circulación, tanto en las piernas como en los brazos, se hace más difícil.
Terapias para eliminar el volumen
Detrás de una retención de líquidos puede esconderse un problema algo más grave por lo que conviene en cualquier caso, consultar con el médico para que haga un diagnóstico preciso de dicho problema y de las causas que lo originan.
En cualquier caso existen consejos nutricionales que pueden ayudarnos a evitar la retención de líquidos como por ejemplo la eliminación de la sal en nuestra dieta, ya que ésta es una fuente de sodio muy importante que contribuye a dicha retención. En su lugar se recomienda condimentar nuestros platos con hierbas aromáticas o especias.
También es recomendable el consumo de alimentos que sean ricos en potasio de igual manera que los que tengan un contenido alto en hidratos de carbono de tipo complejo como el arroz o la pasta.
Es muy importante beber dos litros de agua diarios y evitar las bebidas alcohólicas, azucaradas y gaseosas.
Se debe comer muchas proteínas procedentes de las legumbres, de productos lácteos, de carnes magras, de los huevos, de los cereales y de los pescados, ya que el hígado necesita proteínas para poder producir albúmina, sustancia que es necesaria para que no se acumulen los fluidos en los tejidos y que causen retención.
Una infusión con diuréticos suaves como por ejemplo los de cola de caballo, ayudarán a mejorar este problema y forzar la eliminación de los líquidos a través de la orina.