A causa de algunos hechos extraños que vienen ocurriendo asiduamente en mi vida, sobre todo en éstos últimos dos años, he decidido abusar de ésta página popular a la que pueden acceder personas de todo el mundo, para quejarme públicamente y encontrar las similitudes que otras mujeres pueden llegar a tener conmigo en este campo.
No solo lo presiento, si no que estoy completamente segura de que a todas las mujeres, como a mi, nos han pasado, nos pasan, o nos pasarán estas aberrantes situaciones que nos hacen dar cuenta QUE ESTAMOS ENVEJECIENDO!
Es difícil de comprender, de manejar, e incluso de saber cuál es el momento cumbre donde acaba nuestra juventud radiante. ¿Cuándo fue qué pasamos ese límite que nos hizo dar cuenta de que todo cambio? Hay síntomas, o actitudes ajenas, que nos llevan a notar indirectamente que ya no es lo de siempre.
¿No les pasó que hace unos años salían a caminar por la calle y les gritaba cosas obscenas hasta el perro del vecino?, hoy en día una ya no sale a tomar algo con las amigas, si no que sale al almacén a comprar la carne o, lo que es peor, el pan! (primera situación extraña), y si por una de esas casualidades no pasa por allí cerca el camión de la basura que, seamos sinceras, nos ha levantado el ego a más de una, y lo seguirá haciendo eternamente, a nosotras vestidas de amas de casa no nos grita ni el loro! Más de una vez nos hemos subido al autobús y sigilosamente de atrás sentimos un dedo que nos apuñala la espalda, obviamente volteamos a ver quien había sido el desubicado con cara de “le voy a meter un golpe” y cuando nos dimos cuenta de que era un bombón veinte añero, altísimo y con unos ojazos increíbles, nos dijimos a nosotras mismas GUAAAAAAAUUU, y cambiamos esa cara de culo por la mejor cara de diva y, posteriormente, le preguntamos que era lo que necesitaba, a lo que nos respondió – ¿Me podría decir la hora?– Nos trató como señoras! (segunda situación extraña) Y no es la primera vez que un macho lo hace! Si no que las frases que le suceden siempre son: ¿Baja señora? ¿Me permite señora? No! No! No! Ni hablar si nos brindan su lugar (segunda situación extraña y medio) porque tenemos dos o tres kilos de más sobre el abdomen, esos que sabemos que nunca vamos a bajar, ya que para eso necesitamos anteriormente dejar el cigarrillo o el chocolate, para empezar a hacer gimnasia. Es allí cuando una baja del autobús, compra un helado en el quiosco más cercano, y a medida que lo digiere con bronca, se replantea su vida y surgen auto preguntas que siempre aluden a sus tiempos pasados cuando el chofer la hacia pasar sin pagar pasaje gracias a sus buenas curvas.
Lo mas patético de todo es cuando una asiste siempre al mismo almacén para comprar la carne porque nota que el carnicero de allí es el que mejores cortes le prepara, o sea que se transformó en el mejor del mundo desde que le corto bien la nalga para la milanesa, léase finita y grande (tercera situación extraña, la del carnicero, y saber cuál es el corte perfecto para las milanesas de nalga, indudablemente es la cuarta situación extraña!). Otra de las cosas que te hace notar el alejamiento progresivo de tú juventud divina, es cuando tus padres, abuelos, tíos o cualquiera de los integrantes de tu familia cita la tan conocida (y siempre molesta) frase “pero vos ya estas grande para hacer éstas cosas”, porque no pueden entender que a la edad de una, una haya vuelto un poco borrachina, a las seis de la mañana, de una noche de bailanta con sus amigos, por la cual al otro día le duele la cabeza, el estómago, y ha prometido por decimo primera vez que iba a dejar de fumar (¿dolores? ¿Cambios de hábitos? ¿La típica frase familiar? ¿Tantas preguntas?, ni hablar… situación extraña número seis).
Nota: Mientras volvías de tus andanzas a la madrugada, el día anterior a que tú familia te critique, tú y tus amigas acusaron de inmaduras malcriadas a un grupo de jóvenes con algunos años menos porque estaban gritando escandalosamente arriba del otro autobús al que te habías subido (situación extraña número cinco).
El cambio radical en la forma de pensar de una es simbólico, hay varios cambios a medida que vamos madurando, algunos ejemplos pueden ser: * Antes odiabas a las modelos, ahora compartes con tu familia o amigas lo lindas que son. * Seguramente antes ni se te ocurría mirar un noticiero, ahora no solo lo miras, si no que te indignas con las noticias y compartes esa indignación con quien este contigo mirando televisión en ese momento. * En las fiestas navideñas, antes, solo montabas una mesa bonita, ahora no solo montas la mesa, si no que tus padres te hacen cocinar el pollo que tan rico te sale (situaciones extrañas número 7, 8 y 9).
Y una última situación a citar (y no porque no haya mas) es cuando cambias la locura y la rebeldía que tenías por el rock and roll, por nuevas melodías, y respondes a quien te pregunte tu preferencia musical, que escuchas todo tipo de música y, seguramente, en tu IPOD guardaste la discografía de Luis Miguel, Britney Spears, Julio Iglesias, Ricardo Arjona y Chayanne (situación extraña número 10). Concluido mi destape femenino, y demostrando una vez más el rechazo por la madurez, dejo mi humilde artículo a su disposición. A quien lo lea, por favor piense dos veces antes de tratar de usted a una mujer!!!