Seguro que más de una vez has querido bajar alguna talla y no has tenido éxito y también es más que probable que no te hayas parado a pensar cuáles son los motivos por los que no lo consigues. Por eso hoy te queremos dar algunos consejos que te van a permitir bajar talla de manera rápida, divertida y sencilla.
Deja de hacer dieta
El problema de pensar en hacer una dieta y ponerte fecha para comenzarla, es que se ve como un castigo más que como un objetivo y lo único que se desea es terminarla. Por ello es recomendable tomarse un tiempo para aprender buenos hábitos de comida y los efectos que tiene en tu cuerpo. Así vas a entender qué ocurre con cada uno de los alimentos y será más sencillo evitar los que te perjudican.
Se suele pensar que estar a dieta es sinónimo de comer solamente ensaladas o verduras y la realidad es que una dieta que esté bien diseñada, contempla todos los grupos alimentarios y permite darte algún que otro gusto ocasional. Si no tienes claro lo que necesitas o no entiendes cómo funcionan los alimentos, prueba a visitar a un nutricionista para que te explique todo lo que necesites.
Trabajar el cuerpo en todas las áreas
Cuando se piensa en perder tallas es normal preocuparse solamente por las zonas más visibles, por eso es habitual hacer ejercicios para trabajar ciertas áreas. Si es tu caso, es el momento de variar la rutina.
Aunque es normal que existan zonas del cuerpo que tengan mayor acumulación de grasa, es necesario que se fortalezcan todos los músculos por igual ya que esto te va a ayudar a que el ritmo cardíaco esté acelerado, a que mejore la salud del corazón y a que aumente la fortaleza de los pulmones. Si no cuentas con demasiado tiempo para hacer varias horas al día de ejercicio, intenta dedicar cada día a dos zonas diferentes, con tipos de deporte también distintos y variando la intensidad.
Llevar un registro de lo que se come
Cuando una persona no sabe lo que está haciendo mal o no se tiene muy claro lo que se está comiendo, va a ser difícil conocer si estás haciendo lo correcto para bajar tallas, por eso la mejor manera de saberlo es llevando un registro exhaustivo de lo que estés comiendo.
No tiene que importar si es algo aparentemente pequeño, puesto que cualquier alimento que te lleves a la boca, tiene que quedar registrado durante un mes como mínimo. Una vez transcurrido este tiempo debes analizar cuáles son los alimentos que con más frecuencia consumes y los que menos, lo que consumes en mayor cantidad a cierta hora del día, cuándo se presentan algunos antojos o cuál es el estado de ánimo que tienes en cada momento del día.
Dependiendo de la información conseguida, podrás armar un plan de ejercicios y de alimentación que te ayude a reforzar los hábitos que tienes o a eliminarlos según lo que necesites.
Un ejemplo, si consigues descubrir que no bajas de talla porque por las tardes te apetece comer alimentos dulces o porque entras es un estado depresivo, puede que sea el momento de incluir en tu rutina diaria algo de deporte, que podría ir acompañado de un aguacate o de un batido que te quite las ganas de dulce que tengas.