Para unas vacaciones en la hermosa costa del Azahar, la localidad de Benicassim es un lugar ideal. En ella no sólo encontraremos atractivas playas de fina arena, sino que también podremos disfrutar de una variada oferta cultural. En la población tienen lugar numerosos certámenes de música, teatro, y otras artes, además de alegres y divertidas fiestas y numerosos puntos de ocio nocturno. Un buen alojamiento, ideal para las familias o incluso para parejas, que pueden disfrutar de una romántica estancia junto al mar, es el Hotel Voramar, muy conocido por su larga trayectoria, por su servicio a manos de verdaderos profesionales, por su belleza y por su perfecta ubicación.
El hotel, de los más emblemáticos de Benicassim, es un bello edificio de estilo clásico, situado en primera línea de mar, delante mismo de las finas arenas y las transparentes aguas de la Costa del Azahar.
Las habitaciones son espaciosas y cómodas para el descanso, equipadas con baño completo, climatización independiente, conexión a internet, pantalla de plasma con canal parabólico, escritorio, minibar, secador de pelo y todo lo que nos va a hacer la estancia agradable.
Disponen de terraza con magníficas vistas. Una parte de ellas dan al mar, por lo que podremos dormir escuchando el ruido de las olas y sentarnos un rato en la terraza contemplando el hermoso paisaje mediterráneo relajadamente. La otra parte dan a las montañas del Parque Natural del Desierto de Las Palmas, con unas hermosas vistas llenas del colorido que ofrece la flora autóctona de ese espacio natural.
El hotel dispone de dos salones habilitados para que se puedan llevar a cabo en ellos reuniones de negocios o cualquier otro tipo de evento, disponiendo para ello de toda la infraestructura necesaria.
El establecimiento nos ofrece una gran cantidad de servicios, entre ellos, el alquiler de kajac o de bicicletas, servicio de lavandería, servicio de toallas, desayuno en la habitación, servicio de canguros, guarda de animales domésticos o servicio de masajes, entre otros muchos.
La cafetería del hotel nos ofrece la posibilidad de sentarnos un rato en su terraza, que tiene las mesas sobre la arena de la playa, pudiendo allí tomar algún aperitivo sientiendo la agradable brisa marina o, incluso, podemos comer allí si nos apetece.
Desde el restaurante, aunque es interior, también tendremos unas hermosas vistas de la playa, gracias a sus enormes ventanales. Allí podemos tomar alguno de los varios menús que se ofrecen, pudiendo incluso disponer de un menú personalizado.
El hotel dispone asimismo de una atractiva terraza-solarium, en la misma playa, donde se puede tanto tomar un café, como pasar un agradable rato contemplando el mar, así como acudir por la noche y tener allí una romántica e inolvidable cena.