Las infecciones vaginales son las razones mas comunes por las cuales las mujeres empiezan a hacer consultas ginecológicas y aunque son frecuentes, tienen que tener un tratamiento y seguimiento continuo. Es uno de los problemas más comunes y realmente molestos en las mujeres, porque experimentan todo tipo de sensaciones que las desesperan, a las que no encuentran solución y que se presentan con más frecuencia cada vez. Por ejemplo, la comezón, exceso de flujo vaginal, dolor o molestia al orinar, ardor y hasta sensación de quemazón, algún tipo de cortadura o rasgadura y afectación durante las relaciones sexuales. Las infecciones no se presentan a una edad determinada y no solo afecta a las mujeres mayores o las que han iniciado su vida sexual, pues las niñas también poseen estos malestares, aunque por supuesto que quienes tienen una vida sexual activa, puede resultar más fácilmente afectadas.
Los especialistas frecuentemente las llaman vaginitis y se presentan de diversas formas y así mismo son diversos los tratamientos y cada cuerpo puede reaccionar de manera diferente. Aunque lo más común es que haya síntomas como cambios en el olor o irritación, también hay mujeres que no presentan grandes molestias a pesar de tener la infección o son tan bajos que casi no se perciben. Pero lo que hay que tener en cuenta es que los exámenes y controles no pueden faltar, pues se deben descartar opciones más peligrosas como una enfermedad de transmisión sexual, que se evalúan por medio de frotis vaginales, citologías o análisis de sangre.
Dentro de las infecciones comunes se clasifican las vaginosis generadas por bacterias y se presenta con más frecuencia en las mujeres que han pasado la madurez o se encuentran en la menopausia. Los síntomas comunes son la aparición de un flujo más o menos de un tono grisáceo y que desafortunadamente tiene un olor muy fuerte y desagradable que se nota más después de que hay relaciones sexuales. Para poder controlar este tipo de infecciones, se usan antibióticos, cremas o geles que ayudan a controlar los malestares aunque cabe mencionar que se vuelven a repetir y presentar con bastante frecuencia.
Un segundo tipo de infección es la que se produce por los hongos, específicamente la cándida, que presenta entre 4 y 5 tipos. Este hongo siempre está en el cuerpo humano pero en cantidades mínimas y en las áreas de la vagina, la boca y el estomago y hay algunos factores que pueden mantenerlo en equilibrio como las hormonas o la acidez en el cuerpo, pero al verse alterada, empiezan a generar infecciones. Esta infección es la razón por la que los ginecólogos reciben más visitas porque las mujeres experimentan comezón, quemazón, ardor e inflamación en la zona vaginal. El flujo es lechoso, blancuzco y provoca grandes irritaciones. El tratamiento en este caso se trata con medicamentos anti hongos que son fáciles de usar, no son muy costosos, no son de uso prolongado y tiene resultados efectivos y rápidos.