Si queremos pasar unos días en Cádiz, para conocer su provincia y el legado de la capital, escoger un alojamiento en un hermoso pueblo como Arcos de la Frontera puede ser una buena opción. Disfrutaremos en él no sólo de su bello entorno natural, sino también del sencillo hecho de pasear por sus blancas calles llenas de geranios, del silencio y paz que se respira en cada rincón y de la amabilidad de su gente. Un establecimiento ideal es La Casa Grande, un hotel que conjunta perfectamente con el pueblo, que está integrado de lleno en él formando parte del mismo.
El edificio del alojamiento es una antigua casa señorial con el estilo típico de las construcciones de su Sierra, construida a principios del siglo XVIII y de la cual fue dueño posteriormente el bailarín “Antonio”.
Rodeada por el bello entorno que suponen las blancas y típicas calles del pueblo de Arcos de la Frontera, el interior de la casa no le va a la zaga. A ello colaboran, no sólo los elementos y estructuras que se conservan de la antigua edificación, sino también la cuidadosa decoración, con un estilo rústico en el que se han puesto los cinco sentidos.
Las habitaciones son amplias y cómodas, sencillas pero elegantes, y, al igual que todas las estancias del hotel, llenas de pequeños detalles de buen gusto que las hacen más confortables. Algunas de ellas tienen terraza privada con unas hermosas vistas del río Guadalete.
El establecimiento dispone de un patio que es el corazón de la casa. De estilo andaluz, con arcadas de piedra, columnas de mármol, y una gran abundancia de plantas y flores muy vistosas, hacen de este lugar un rincón ideal para sentarse en él un rato de manera relajada.
Hay una pequeña biblioteca, donde se dispone de un surtido de libros de diferentes géneros literarios, así como guías de viaje.
Se sirve el desayuno en el patio o en la terraza, compuesto sobre todo por productos frescos como zumos, yogurts, surtidos de mermeladas, embutidos artesanos, y más.
Desde el hotel, se pueden visitar ciudades interesantes, como Jerez de la Frontera, Cádiz o, incluso, Sevilla, a menos de una hora de viaje.