La rosa es una de las flores más bellas y una de las preferidas de muchas personas. Por supuesto, es una planta muy decorativa, pero que sólo podemos tener si disponemos de jardín. Si no es así, podemos conformarnos con la variedad de rosal enano, llamado de pitiminí, cuyas flores, aunque más pequeñas, tienen la misma belleza que las rosas de tamaño normal. Se trata de una variedad de rosal adaptado para que pueda tenerse en el interior, con lo que podremos disfrutar de él usándolo como elemento de decoración dentro de nuestra casa. También puede adornar nuestras ventanas y balcones en los meses en que no hace frío.
Es muy importante que la planta tenga una gran cantidad de luz, aunque sin que le dé el sol de manera directa. Un buen lugar puede ser una ventana, en la cual, a la hora en que da el sol, podemos bajar la persiana. Lo que sí es importante es que la temperatura no pase de los 21º, pero que tampoco haga frío.
Muy importante es que haya humedad en el ambiente si la tenemos en el interior. Debemos procurar que la planta esté situada en algún lugar lejos de la calefacción o de cualquier foco de calor. Una buena idea es colocar en una bandeja unas cuantas piedras, o grava, y la maceta colocarla encima, manteniendo siempre las piedras mojadas. También es conveniente pulverizar de vez en cuando las hojas, aunque nunca las flores.
Es conveniente que, al regar la planta, añadamos fertilizante al agua. El riego ha de ser abundante. Entre riego y riego deberemos dejar que la tierra casi se seque, pero no del todo.
Hemos de tener precaución en ir quitando las hojas marchitas, para que pueda florecer nuevamente. En lo que se refiere a la poda, la altura de la planta debe quedar prácticamente reducida a la mitad.
Cuando termina el período de floración, debemos procurar que la planta esté en un sitio fresco, pero donde no haya heladas, y nunca la debemos dejar en el exterior durante el invierno.