Empezaremos cogiendo la lata y buscando el centro de su base, que agujerearemos con el punzón. Es muy importante que seamos exactos, ya que, si no marcamos el mismo centro, cuando la lámpara esté colgada estará torcida.
En esta sección, siempre hemos comentado que todos los materiales son reciclables, incluso muchos de los que tiramos, y que todo se puede volver a utilizar, dándole otra función. Con la siguiente manualidad aprovecharemos algunos artículos de éstos que acostumbran a acabar en la basura.
Vamos a elaborar una bonita lámpara de techo, la cual podemos ubicar tanto en el comedor, como en una cocina o como en cualquier otro lugar que consideremos apropiado.
Para hacerla necesitaremos los siguientes materiales:
Pintura ( del color que te guste, la más apropiada al sitio donde la ubiquemos)
Brocha mediana
Casquillo
Bombilla de bajo consumo
Cable con topes de cables.
Dos latas grandes (pueden ser de conservas, de aceitunas o similar)
Un pequeño punzón para perforar
Antioxidante
Regla o metro.
Pasos:
Empezaremos cogiendo la lata y buscando el centro de su base, que agujerearemos con el punzón. Es muy importante que seamos exactos, ya que, si no marcamos el mismo centro, cuando la lámpara esté colgada estará torcida.
Daremos ahora una mano de pintura antioxidante a la lata.
Cuando se seque el antioxidante, es el momento de darle una mano de la pintura que hayamos elegido para nuestra lámpara. Con pinturas de más colores, podemos incluso hacer en ella algún dibujo que nos guste.
Cuando esté seca la pintura, pasaremos el cable por el agujero, pasando también el tope por el mismo, y ajustando el largo del cable. Fijaremos el casquillo en el extremo que quede dentro de lata.
Ahora ya podremos enroscar la bombilla en el casquillo.
Ya tenemos una bonita lámpara elaborada con productos reciclados. Ahora ya la podemos colocar en aquel rincón en el cual habíamos pensado que quedaría tan bien.