Se ha convertido en tendencia que las mujeres quieran que el tamaño de su busto sea cada vez mas exhuberante y llamativo hasta el punto de que no encaje con su contextura física. Se está convirtiendo en tendencia que las mujeres no se sienten satisfechas con el tamaño de su busto y en vez de pedir unas prótesis mamarias de un tamaño normal o que no se notaran excesivamente grandes, lo que hacen es pedir tamaños un poco más exagerados y van de la mano por lo que ven en la publicidad o por lo que los hombres demandan que son mujeres voluptuosas y con un busto y derrier muy grande. Incluso las chicas buscan que la operación se les note y llegan a saber más de lo que hace unas décadas una mujer que se iba a operar conocía.
El porcentaje de mujeres que llegan a un cirujano plástico es muy alto y a pesar de casos en los cuales puede haber peligros o riesgos, no le importa mucho con tal de tener algo nuevo en sus cuerpos. Y aunque no quiere decir que vayan a morir o a generarles una infección a todas, pueden haber cuerpos que rechacen los implantes y tengan que ser retirados. A veces se actúa así guiadas por la influencia social, pues las mujeres que se sabe tienen prótesis son aquellas que tienen un estatus social muy alto y tienen las capacidades económicas para costear una operación de este tipo, por eso el hecho de que se les note que fueron operadas. Un segmento que se ha incluido dentro de esta práctica son las mujeres mayores que ya han tenido varios hijos o que por efectos de menopausia o paso de los años, empiezan a perder dureza y lozanía en sus senos, así que optan por devolverle la vida por medio de los implantes.
Pero hay que tener en cuenta que la labor de todo cirujano plástico e incluso de cada mujer es entender que debe haber una relación entre sus cuerpos y el tamaño de los senos para evitar que más adelante haya daños físicos, en otras partes del cuerpo y que estéticamente no se vea nada agradable. Otro segmento de mujeres son las jóvenes después de los 18 años que al ver que llega el tiempo límite de desarrollo de su cuerpo, entienden que su busto no crecerá más y optan por darles un volumen artificial. Si esto no es entendido por la paciente, lo mejor es no operar ya que solo está obsesionada con el tamaño de su busto y verlas grandes pero no con los efectos secundarios que esto puede tener. Otro punto para evaluar antes de ir a una operación es el cirujano, ya que hay muchos “médicos” clandestinos que aseguran una operación exitosa y resultados excelentes a un bajo precio, pero puede haber el riesgo que se implanten siliconas que ya han sido usadas por otras mujeres o que no sepan aplicar correctamente el procedimiento y pongan en riesgo la vida de la paciente.