Todas soñamos con tener una figura perfecta. Si bien es cierto que la estructura corporal que nos ha dado madre naturaleza no puede cambiarse porque viene escrita en nuestros genes, no todo está perdido, pues practicar el deporte adecuado puede mejorar enormemente aquellas zonas que menos nos gustan de nuestros cuerpos.
Caderas, brazos, piernas, cola, abdomen 
Piernas esculturales: Lo mejor para quemar la mayor cantidad de calorías, fortalecer las piernas y evitar la flacidez en los glúteos y en los muslos es correr o andar en escalador. Correr es muy efectivo a la hora de perder peso porque es una de las actividades con mayor gasto calórico. A nivel muscular, el esfuerzo se centra exclusivamente sobre las piernas, logrando un efecto de tonificación. Y como si esto fuera poco, fortalece el sistema cardiovascular y el óseo. Correr resulta ideal para aquellas personas a las que les gusta superarse a si mismas y que quieren tener unas piernas fuertes. Si además tienes el tronco bien desarrollado, tu figura quedará muy equilibrada. El escalador o el conocido “elíptico” son otras buenas opciones para conseguir estos resultados, ya que su gasto calórico es similar al de correr, pero con el beneficio que no afecta las articulaciones, pues correr no es lo más indicado para todo el mundo porque puede traer problemas en las rodillas e incluso, aflojar el tejido mamario.
Arriba el busto: Lo mejor para fortalecer la parte superior del cuerpo y lograr que todos los músculos sean más proporcionados es la natación. Las propiedades beneficiosas del agua sobre el cuerpo hacen que la natación sea uno de los ejercicios mas recomendados por los profesionales de la medicina. El agua elimina el impacto y la tensión sobre las articulaciones, además de ofrecer una resistencia muy efectiva para los músculos. La natación es uno de los mejores ejercicios aeróbicos, no obstante, es importante conocer la técnica correcta de los distintos estilos. En cuanto a la figura, al ser una actividad de implica movimientos en todas las partes del cuerpo, hace que toda ella mejore en general. Se pierde grasa en los glúteos aunque sin marcarlos de sobremanera, bajan los muslos y crece la espalda, de forma que la cintura parece más pequeña. La natación es ideal para aquellos que padecen algún dolor en la espalda, e incluso para quienes se están recuperando de alguna lesión, ya que con este deporte, las articulaciones no se ven forzadas en absoluto.
Músculos definidos: Lo ideal para conseguir esto es el Pilates, pues sirve para fortalecer abdominales y espalda, al tiempo que se gana una buena cuota de flexibilidad. El Pilates se caracteriza por la instrucción personalizada, pues el profesor dirige a un único alumno, o a un grupo reducido, poniendo especial énfasis en el trabajo de la musculatura del abdomen y la espalda, que constituyen los pilares esenciales para una buena postura. Los ejercicios combinan la filosofía del ejercicio occidental, centrada en la parte física, con la del oriental, basada en el control de los movimientos. Aporta flexibilidad y tonificación, además es valido para quien necesitan rehabilitación por algún tipo de lesión en las articulaciones, y hasta incluso, para combatir la osteoporosis. El Pilates es ideal para aquellas personas a las que les gustan los ejercicios que impliquen movimientos controlados a través de la respiración, es perfecto para encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente. Los ejercicios de Pilates son aptos para todos los niveles físicos y están especialmente recomendados para mejorar problemas de espalda asociados a las malas posturas.
Cuerpo esbelto: El yoga es el ejercicio ideal para estilizar toda la figura, alargar los músculos y ganar mucha flexibilidad. Una de las principales ventajas del yoga es que se trabajan las cualidades físicas básicas: flexibilidad, equilibrio, resistencia y fuerza. Como la gran mayoría de los ejercicios son de estiramiento, los músculos se hacen mas largos y delgados. Además, se mejora enormemente la postura y muchas de sus posiciones son beneficiosas tanto para el hígado como para los riñones. Por otro lado, el yoga aporta mucha relajación. Las personas que lo practican, suelen estar delgadas y esbeltas, entre otras cosas, por la relajación post-ejercicio, que hace que la ingesta de alimentos sea menor como norma habitual. El yoga es ideal para aquellas personas que buscan relajarse y ganar flexibilidad corporal, y que prefieren movimientos tranquilos y pausados que exigen concentración. Cualquier persona puede practicar yoga, incluso embarazadas y personas con algún tipo de lesión, siempre y cuando, sea con una tabla de ejercicios adaptadas a cada necesidad.
Glúteos firmes: Lo mejor para endurecer los glúteos y los muslos y además, eliminar la celulitis, es la bicicleta. Andar en bici es un excelente ejercicio para controlar el peso y fortalecer el sistema cardiovascular. Los músculos de las piernas reciben todo el beneficio de la actividad aunque, a diferencia de correr, la bicicleta implica también cierto trabajo de brazos. Es bueno compensar el ejercicio en bicicleta con rutinas de pesas para desarrollar mas fuerza en los brazos. En las rutinas de bicicleta o “spining”, cuando mas se desarrollan los músculos es al subir cuestas, si se practica el ascenso, los muslos adquieren volumen, pero no aumentan ni los glúteos ni los gemelos. La bicicleta es ideal para aquellas personas que aman la velocidad y los retos, con la ventaja que se puede practicar tanto al aire libre, como en el gimnasio o en casa. Es un ejercicio para todos, pero no se debe abusar si se tienen problemas de espalda debido a la posición y las superficies irregulares que pueden encontrar aquellos que andan al aire libre. Ahora que tienes toda esta información, no esperes más, decide cual es la técnica que más se adapta a tus gustos y necesidades y no esperes al lunes para comenzar, pues además de mejorar tu cuerpo, le estarás dando una buena mano a tu salud, porque bien sabemos todos que el ejercicio es indispensable para una vida sana. Las ganas y la perseverancia te ayudarán a llegar al momento de disfrutar los resultados.
