Combinar tejidos, desterrar los tonos oscuros y jugar con los complementos, son las tres pautas más básicas para tener un aspecto de lo más jovial durante el verano.
Buscar una o dos piezas blancas
El color blanco estiliza, ilumina el rostro, resalta el bronceado y es fresco. De ahí que sea el tono que rejuvenece por excelencia y además admite cualquier otra combinación. Con un vestido corto y camisero de este color se puede conseguir mucho si se combina con unos pantalones rectos o anchos durante la noche o bien como una pieza única para un día en la playa. Si lo vas a utilizar con bordados o con troquelados, no hay que conformarse con el color blanco solamente, deben utilizarse algunos detalles que le den un toque juvenil como un gran anillo, unas gafas de sol o unas sandalias coloridas.
Mostrar lo que más gusta
No hay que renunciar a los shorts, sean del largo que sean. Si no se quiere ir demasiado destapada, se pueden combinar con un jersey o con una blusa ancha que llegue hasta la altura de la cadera.
Un vestido escotado también ayuda a rejuvenecer. Si el busto es generoso, se debe escoger un escote cuadrado. Un escote ovalado y con forma de «V», ayuda a alargar el cuello y resalta las formas si se tiene poco pecho.
La prenda comodín debe ser una chaqueta calada para cubrir todo aquello que no se quiere mostrar sin por ello perder elegancia. Puedes optar también por un aire bohemio, que además de otorgar un aire de lo más actual, sienta muy bien ya que se pueden incluir en él prendas holgadas.
Olvídate del minimalismo
Los complementos pueden llegar a ser una especie de elixir de la juventud y pueden añadirse sin miedo en los looks veraniegos. Puedes apuntarte a la moda étnica en los cinturones y en los bolsos. Adorna los brazos con pulseras de colores y un top liso con un collar de cuentas largo.
Una camisa que tenga volantes en sus mangas, además de ser muy juvenil y femenina, puede convertirse en la solución perfecta y muy fresca, si no te gustan las camisas muy escotadas o con tirantes.
Vestidos largos y sueltos
Es la prenda de verano más versátil. Se puede llevar a la playa con unas simples alpargatas o lucirlo por la noche con unos buenos tacones y algún que otro accesorio más sofisticado.
Otra opción es colocarte un chaleco de crochet sobre un sencillo top o sobre una camiseta blanca y de algodón para lograr un look muy femenino y con un aire diferente.
También puedes usar un pantalón largo durante el verano, pero eso sí, que sean anchos, tipo falda que además de ser muy fresquitos favorecen a todas las mujeres.
No lo dudes más, sácate este verano el máximo provecho con algunos de los looks propuestos aquí y disfruta del sol y de la playa.