Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, uno de los muchos problemas nuevos que se les han planteado a los padres es el tema del teléfono móvil. ¿Es necesario que su hijo adolescente disponga de uno? Y, en caso afirmativo, ¿se ha de controlar el tema de alguna manera? Hoy en día, las compañías lanzan a cada momento planes especiales, con tarifas reducidas de todo tipo, asequibles a cualquier bolsillo. Además, los aparatos en sí tienen un coste muy reducido o incluso muchas veces te lo regalan. Por todo ello, no es raro que cualquier adolescente, o incluso niños más pequeños, disponga de un móvil.
Como todo, el tema tiene sus detractores y defensores, sus pros y sus contras.
Los defensores alegan motivos como que los padres están más tranquilos si su hijo tiene móvil, ya que, además de poder saber en cualquier momento dónde se encuentra, tiene la certeza de que, si se ve envuelto en algún problema o situación de emergencia, podrá contactar con ellos, pudiéndole ofrecer así una asistencia enseguida.
Otra de las ventajas de que nuestro hijo lleve el móvil encima es que nos podrá avisar, cuando se encuentre fuera de casa, de cualquier cambio de planes repentino, no suponiendo éste enconces ningún problema.
Por su parte, los detractores, aquéllos quienes no ven con buenos ojos los móviles para los adolescentes, también alegan sus razones, tan reales como las anteriores, como que el adolescente no capta que el aparato se le da para su propia seguridad y que sólo emplea el móvil para largas charlas con los amigos, que, aunque para él pueda resultar divertido, no deja de ser algo inútil y una manera de tirar el dinero.
Otra razón es la económica, puesto que algunos adolescentes, a pesar de las tarifas fijas y reducidas existentes, llevan un ritmo de gasto con el móvil que a sus familias muchas veces no les va en absoluto bien asumir. Ello ocurre normalmente porque las compañías no explican claramente en su publicidad todos los servicios que incluye la tarifa, y siempre suelen llegar facturas y pagos que uno no esperaba.
Vistos los pros y contras, por supuesto a la mayoría de padres nos va a decantar más la opción de que nuestro hijo disponga de móvil, ya que el tema de su seguridad es más importante que cualquier otro. Aunque esto no quiere decir que no debamos hablar con ellos para explicarle el objetivo que este aparato tiene, y hacerle comprender que no hay nada bueno o malo, sino que todo depende del uso que se le dé.