Uno de los objetos que más posibilidades nos ofrecen a la hora de decorar nuestro hogar son, sin ninguna duda, los espejos. Seguro que todas tenemos en casa, pero el truco está en saber colocarlos en el sitio oportuno para sacarles todo el partido posible. A todas nos gusta decorar los rincones de la casa con atractivos detalles que resalten y la hagan no sólo más bonita sino también más acogedora. A buen seguro que a ninguna nos falta en casa aquel espacio con el jarrón que compramos en nuestro último viaje, con la figurita que nos regalaron y que tanto nos gustó o con aquellas flores hechas con fieltro que compramos en el último mercadillo al que fuimos.
Uno de los objetos que más posibilidades nos ofrecen a la hora de decorar nuestro hogar son, sin ninguna duda, los espejos. Seguro que todas tenemos en casa, pero el truco está en saber colocarlos en el sitio oportuno para sacarles todo el partido posible.
En primer lugar, la ventaja, más que evidente, que tienen estos artículos, es que agrandan las estancias. En un espacio de pequeñas dimensiones, bien colocados, pueden hacer milagros. Y si la estancia es grande, la harán mucho más amplia. Para ello deberemos buscar cuál es el rincón más adecuado. Normalmente, un buen lugar suele ser algún punto en el cual se refleje una puerta, viéndose en ese caso la otra habitación cuando la puerta esté abierta. Si tenemos la precaución de poner un espejo sin marco, la sensación de amplitud será todavía más acentuada.
También debemos cuidar que el punto donde se coloque el espejo sea un lugar en el que se refleje la luz. Ésta llegará al espejo y éste la esparcirá por toda la habitación, dando de esta manera una gran luminosidad a la misma.
Si colocamos el espejo de tal manera que se refleje en él una ventana, vamos a tener ambas cosas, más luminosidad por la luz natural que le llegará, y más espacio al reflejarse en él el paisaje que se ve desde la ventana.
Asimismo, podemos resaltar los rincones más atractivos de la casa con los espejos, haciendo que se reflejen en ellos. Por ejemplo, aquel rincón con aquella planta tan grande y bonita que tenemos. Reflejada en el espejo, aumentará mucho la sensación de vegetación en la habitación.
Podemos decidirnos también a llenar toda una pared, o un trozo de pared que quede en algún rincón o esquina, usando las losetas adhesivas que venden en las tiendas de decoración y que son muy fáciles de colocar. Eso sí, siempre que aquello que vayan a reflejar sea bonito. No sería demasiado atractivo que reflejara, por ejemplo, la zona del lavadero.
Si teníais pensado cambiar un poco la casa, y especialmente si teníais carencia de amplitud o luminosidad, buscad unos cuantos espejos y probad. Ya me diréis.