En épocas contemporáneas, los hombres han mutado de una manera abismal. Si bien no es nuevo el pensamiento de que el hombre vive y hace todo para gustarle cada vez mas a la mujer, algunos se han tomado el tema muy en serio cambiando de actitud y creando una sub raza: Los metrosexuales. Podríamos definir a estos nuevos especimenes como una suerte de mezcla rara entre los homo sapiens machos y los homosexuales. Buscan llegar a la apariencia del hombre ideal en cuanto al tema físico, y es tal su preocupación por el alcance de la perfección que pasan los límites convirtiéndose en cuasi mujeres (con un simpático regalito en la entrepierna).
Reitero nuevamente mi, no tan loca ni lejana, hipótesis de una sub raza, ya que a pesar de que todos formen parte de un mismo patrón, hay modos (o formas) que los diferencian tanto de los hombres reales como de los gays. A continuación citaré algunos ejemplos de dicha hipótesis:
En cuanto al vocabulario, podemos encontrar algunas elocuentes y populares frases que son típicas del hombre banana (o metrosexual) e incluyen en cualquier conversación, tales como: “Tipo que nah” “Nah boló” “Sos re divina” “Sos una baby” “Es re top” Y podemos agrupar muchas otras teniendo en cuenta que, para ser metrosexual selecto, debes “bananizar” el idioma español, es decir, intercalarle al mismo palabras en inglés en una oración o premisa.
Programas de TV que le interesan: Al metrosexual el tema de las noticias, la cultura, o cualquier película violenta no le llama la atención. Lo que ellos consumen son, básicamente, los programas referentes al Surf, o los que incluyan deportes como el tenis. La gran mayoría se interesa también por los programas de chimentos o prensa amarilla.
Tipo de música que escuchan, y como la escuchan: Los bananoides no son muy adeptos a disfrutar de la música de manera individual. Por lo general, todos siguen los mismos pasos (deben tener una especie de manual o guía de la cual sacan ese tipo de información):Tienen el autito último modelo (o de colección) preparado. Transitan por las avenidas más importantes escuchando música muy fuerte, no les importa quedar sordos y suben su desconocida y fatídica música electrónica (que nadie conoce) al volumen máximo para que todos noten que tienen un super equipo Piooner último modelo. Por lo general usan anteojos para sol y gorra de una importante marca conocida (no importa el horario del día).
Sus salidas:
Cuando no ingresa al boliche: Pasa a propósito por la puerta (siempre espera a la mayor aglomeración de gente) y acelera, no habla con nadie, solo acelera haciéndose la persona V.I.P. Da vueltas y vueltas repetidas veces hasta que el sueño le gana y se retira.
Cuando ingresa al boliche: No toma cerveza, porque eso es “grasa”, opta por tragos finos como el daikiri, el sex on the beach, o cualquier otro que a su parecer sea cool.
El metrosexual Activo: Encara con un trago caro que nunca termina, en la mano y el cigarrillo en la otra. Pero siempre con las manos llenas. De su boca no sale nada coherente, solo un “hola divina, como estas?” Si la mujer no sonríe el vuelve a repetirlo una y otra vez, ya que no tiene mas repertorio que ese.
El metrosexual Pasivo: Solo espera apoyado en la barra que las muchachas se le avalancen por si solas. Si alguna llega a acercarse, se hace el importante y comienza a hablar de su “Fierro” (leáse auto) al que tiene completamente preparado y de todo el dinero que tiene para derrochar en su vida. Haciendo un guiño desagradable de ojos constante y sonriendo de costado en cada comentario.
Sus costumbres: Usan cremas faciales carísimas, siempre están super perfumados, mucha cama solar, mucho gimnasio y algunos hasta se depilan. Lo principal para ellos en la vida es cuidar su imagen, se miran al espejo constantemente y se hablan solo para auto regalarse halagos. Para hacerse los claritos no hay nada mejor que la peluquería, y saben que tanto para el pelo como la manicura necesitan solicitar un turno previo telefónicamente. Su departamento esta perfectamente ordenado y cuando hacen reuniones no dejan que nadie cambie de lugar absolutamente nada, si no lo más probable es que desemboquen en un brote de histeria.