Los individuos suelen convivir con el estrés por acostumbrarse a la vida que llevan, y por no prestar atención a como les afecta el entorno o las presiones en las que están inmersos; además se le suele quitar importancia a aquellas cosas que no se cree que se pueda hacer nada para cambiarlas. Sin embargo, el estrés es un gran enemigo de la sociedad moderna al que se le debe prestar atención, y es por ello que a continuación se enumeran sus manifestaciones en diversos aspectos para detectar el problema y poder eliminarlo de raíz. Manifestaciones físicas
* Hormigueos en el estómago.
* Palpitaciones u opresiones en el pecho de forma frecuente.
* Sudor recurrente en las palmas de las manos o aumento del calor que se percibe en el cuerpo. De forma contraria se pueden tener manos y pies fríos, aunque no haya baja temperatura.
* Sequedad frecuente en la boca.
* Temblores en el cuerpo o tensiones musculares.
* Falta de apetito, diarrea o estreñimiento frecuente.
* Fatiga y cansancio constantes.
Manifestaciones psicológicas
* Inquietud, nerviosismo o ansiedad incontrolable, con la necesidad de que algo suceda para que se acabe la espera.
* Angustia recurrente con deseos de llorar, o con nudos en la garganta.
* Irritabilidad o enojo desatado de forma descontrolada ante una situación que no amerita tal efecto.
* Deseos de gritar, golpear objetos o de insultar a las personas.
* Temores o pánicos infundados, que pueden desencadenar el sentimiento de parálisis ante una situación.
* Preocupación excesiva, que puede manifestar junto a la sensación de que todo está fuera de control, hasta los propios pensamientos.
* Sensación de que las circunstancias superan las posibilidades de uno.
* Dificultad de tomar decisiones y problemas para concentrarse.
* Lentitud en los pensamientos o para responder preguntas, y una disminución de la memoria.
* Cambios anímicos constantes que van de la alegría a la angustia en un momento.
* Depresión.
Manifestaciones en la conducta
* Moverse constantemente de un lugar a otro, o mover nerviosamente los miembros.
* Risa nerviosa o hacer rechinar de los dientes por la presión en la mandíbula.
* Tics o movimientos nerviosos.
* Problemas en el desenvolvimiento sexual o escasez de deseo.
* Dormir en exceso ante una depresión o al contrario sufrir de insomnio por la ansiedad.
¿Qué hacer?
Se debe determinar si uno está estresado y cual es el nivel o intensidad que se presenta, lo cual se puede averiguar concurriendo a una visita a un especialista.
También se deben determinar cuales son los factores que perturban o afectan a la estabilidad psicológica y que generan el estrés, mediante citas regulares de terapia para poder eliminar el problema de raíz, y para poder saber cuales situaciones o presiones deben ser evitadas.