Necesitas pocos productos para conseguir un look perfecto para el día a día y cinco minutos para aplicártelos. Dedícate algo de tiempo para verte guapa durante toda tu jornada. ¡Descúbrelos con emujer en el siguiente artículo! En Septiembre se terminan las vacaciones y comienza la rutina diaria: Madrugar, la escuela, la universidad, la oficina… Con escaso tiempo para dedicarnos a nosotras mismas, necesitamos un maquillaje rápido y sencillo para el día a día que aguante durante horas y disimule las pequeñas imperfecciones que tenemos en el rostro.
Lo primero que debemos hacer es llevar a cabo nuestra rutina de limpieza facial antes de comenzar a maquillarnos. Es imprescindible mantener nuestra piel fresca e hidratada para que los resultados sean los deseados. Utilizar después una crema hidratante que se adapte a las necesidades de nuestra piel, evitará los brillos generados por el exceso de grasa.
Tras estos dos pasos previos, comenzaremos aplicando una prebase con color o una BB Cream que se asemeje lo máximo posible a nuestro tono de piel. Ésto nos ayudará a minimizar los poros y dar un extra de hidratación al rostro. Si tu piel es mixta o grasa, debes tener en cuenta que algunas BB Cream generan brillos, por lo que antes de comprártela, es conveniente que solicites una muestra y valorar cuál de ellas es la que más te conviene.
Ahora es el momento de aplicar los correctores: Una paleta con diferente tonos es lo más adecuado: Para las ojeras, dependiendo de tu tono de piel, utiliza el rosa o el beige a pequeños toquecitos y sin excederte. El tono verde es para las pequeñas rojeces o granitos y el tono más nude, para las rojeces de las aletas o las que salen alrededor de los labios. La mejor manera para aplicar los correctores es con la yema de los dedos. Evita las brochas y utiliza tus manos.
Una vez aplicada la prebase y los correctores, aplicaremos una base de maquillaje. Es importante que encuentres una base de cobertura media, que no se note demasiado a la luz del día, pero que dé un aspecto fresco y natural a tu rostro, matificándolo y minimizando las imperfecciones que no han desaparecido con los pasos anteriores. Para aplicarla puedes utilizar tus manos o una brocha especial para base. En este último caso recuerda que debes limpiarla después de cada aplicación.
En los ojos, tres sencillos pasos darán liminosidad a tu mirada sin que se vea recargada: Utiliza un delineador en un tono gris en la parte superior del ojo, sin llegar al lagrimal y haz lo mismo en la parte inferior, difuminándola con un pincel. Aplica después un poco de sombra blanca en el lagrimal, para dar luminosidad y profundidad a tu mirada y en las pestañas, elige un rimmel transparente o uno negro, pero aplicando una única capa.
Aplica unos polvos sueltos matificantes en la «zona T» y en la barbilla, que son las zonas que más exceso de grasa generan y un blush o colorete con algo de brillo para que de un efecto playa en los pómulos.
Y por último un labial nude con brillo para que ayude a voluminizar tus labios.
Dedícate cinco minutos por la mañana y consigue un look perfecto diario para toda tu jornada. Sencillo, ¿Verdad?