La ansiedad, el estrés y una falta de conocimiento para gestionar las emociones, hace que muchas sean las personas que se deciden a practicar la meditación, aunque cuando se habla de ella, lo cierto es que no todo el mundo puede identificar sus variantes. Por ello vamos a explicar a continuación algunos tipos de meditación existentes y los beneficios de cada uno.
La meditación de «sonido primordial»
Esta meditación se basa en los mantras, es decir, una palabra, sonido o frase que al repetirse hace que la mente vibre, impidiendo que los pensamientos que provocan que no nos centremos, adquieran protagonismo.
Estos sonidos son sagrados y cuentan con un sentido que viene dado desde muy antiguo. Con este tipo de meditación se aleja el ruido de la mente que a su vez provoca que nos alejemos de la tranquilidad.
La meditación «vipassana»
A este tipo de meditación también se la conoce como meditación de interiorización y se centra en la respiración nasal así como en la identificación de las emociones y pensamientos, observándolos sin emitir ningún juicio.
Con esta meditación se consigue cierta ayuda para ver las cosas tal como son y no como queremos verlas, permitiendo comprender lo que sucede a nuestro alrededor.
La meditación «zazen»
Conocida también como Zen, esta meditación se centra igualmente en la respiración pero no poniendo atención en la nariz, sino en el movimiento que se produce en el vientre. La postura debe ser completamente recta con las manos sobre el vientre y la barbilla ligeramente metida hacia dentro.
Con la meditación zazen se consiguen ver los pensamientos que pasan por la mente para después liberarlos.
La meditación «metta»
Se la conoce también como «amor benevolente» y su origen viene del budismo tibetano. Con esta meditación se aprende a empatizar con los demás, a enfrentarse a la vida de una manera más positiva y a aprender a aceptarnos a nosotros mismos y a los demás.
Las personas muy perfeccionistas o con baja autoestima, pueden conseguir mucho beneficio con este tipo de meditación.
La meditación «kundalini»
El objetivo de esta meditación es despertar la mente mediante cánticos y mantras que ayudan a acceder a la parte inconsciente de nuestra mente. Se centra en la columna vertebral para intentar liberarse de la energía que reside en esta zona del cuerpo y poder despertar e incluso, llegar a la iluminación.
La meditación de los chakras
Seis chakras son los que tenemos según los hinduístas. Estos no son más que unos centros de energía que se encuentran distribuidos por el cuerpo y con esta meditación centrada en la colocación de las manos, en los sonidos y en la visualización de cada uno de los chakras, se llega a conectar el cuerpo emocional con el físico.
La meditación «tonglen»
Esta meditación ayuda a conectar con todo aquello que nos causa sufrimiento para poder aceptar el dolor y librarnos de él. Y es que aunque tendemos a huir de lo que consideramos negativo y nos hace daño, de esta manera solo se empeora la situación.
Por ello con esta meditación se logra luchar de una manera eficaz, con ciertas circunstancias difíciles que se encuentran presentes en nuestras vidas, abandonando la negatividad y aprendiendo a ser más empáticos y compasivos.