Tanto el origen de las migrañas como su cura todavía son misterios sin resolver. En cualquier caso la prevención y ciertas estrategias par evitar aquello que pueda llegar a desencadenar cualquier crisis, son los mejores pasos a seguir para combatirlas.
¿Por qué se producen?
Se dice que las migrañas son la manera en que el cerebro dice “basta” cuando está desbordado por diferentes razones como las preocupaciones o el trabajo llegando a forzar la capacidad de nuestro aguante al máximo, momento en que nuestro organismo activa una señal de alarma que salta y se produce un dolor intenso, incapacitante y prolongado que obliga a quienes lo sufren a apartarse del mundo y encerrarse en un lugar oscuro y en silencio hasta que la crisis desaparezca. El problema está en que el ritmo de vida actual no permite siempre parar por lo que es preciso continuar de la mejor manera posible estando la clave por consiguiente, en evitar que aparezcan o ponerle lo antes posible freno.
Aunque a ciencia cierta no se sabe exactamente el origen de las migrañas, se sospecha que un componente genético puede ser el causante, explicando la propensión a sufrir migrañas hasta en un 70% en personas que cuentan con antecedentes familiares.
Las hormonas también juegan un papel importante, siendo esta dolencia muy propia de las mujeres por la influencia que ejercen en las crisis de dolores. Y es que las migrañas suelen empeorar con las tomas de píldoras anticonceptivas y con la menstruación. El embarazo al contrario, ayuda a mejorarlas y ya con la menopausia, suelen desaparecer por completo.
¿Qué hay que evitar?
Existen ciertos factores ambientales que sin ser los causantes directos de las migrañas, pueden llegar a actuar como sus desencadenantes, sobre todo en aquellas personas que son propensas a sufrirlas.
Así el estrés influye casi en un 59% de los casos. Una tensión nerviosa, especialmente sufrida de una manera continuada, suele ser la causante de la gran mayoría de los casos. Como dato curioso, es normal que las crisis de dolor aparezcan cuando el organismo se encuentra más relajado después de haber sufrido un fuerte estrés.
Los cambios de horario también tienen que ver ya que las alteraciones del sueño y pueden llegar a provocar hasta un 35% de los casos de migrañas, por lo que es conveniente levantarse y acostarse siempre a la misma hora y dormir lo necesario, ni muchas horas ni pocas.
Mantener un horario fijo en las comidas también es importante ya que el ayuno es otro de los desencadenantes más habituales de las migrañas. Estar con el estómago vacío durante demasiado tiempo, hace que el nivel de azúcar disminuya en sangre y el funcionamiento del cerebro se vea influenciado.
Dieta y migrañas
El origen de las migrañas también puede estar relacionado con el exceso de una molécula que se encuentra presente en el organismo y en ciertos alimentos y que es conocida como histamina, por lo que se aconseja reducir el consumo de alimentos ricos en esta enzima como los cítricos, los lácteos, los embutidos, las bebidas con alcohol y el marisco.