Quién aseguro que las modelos tenían que ser totalmente delgadas o que tenían que exhibir toda la vida una supuesta belleza reflejada en sus huesos? Pues ese pensamiento esta diciendo adiós gracias a los esfuerzos de diseñadores de moda, revistas internacionales y a las necesidades de las mujeres grandes que no temen a que vean sus cuerpos y que exigen que sean tenidas en cuenta para usar prendas que las hagan sentir cómodas. La anorexia y la bulimia se han convertido en un problema que desafortunadamente viene involucrando a todas las mujeres sin contemplar edad, pues hasta las niñas se están obsesionando de tal manera con sus cuerpos que dejan de comer, vomitan y a su corta edad en vez de estar preocupándose por muñecas y juegos, se preocupan por no subir de peso y porque se les note los huesos. Y es que la moda y la publicidad han influido en gran parte, pues lo que se muestra a nivel mundial son modelos extremadamente delgadas y pálidas pero que tienen un éxito tan grande y una supuesta belleza que admira y cautiva, entonces se crean la idea de ser así empleando los medios necesarios.
Afortunadamente una gran parte de la sociedad se ha dado cuenta de esta problemática y han empezado a trabajar en contra de ello y lo primero que han buscado atacar son las agencias de modelaje a nivel global, las chicas que aparecen en los desfiles y otras más que posan en las principales revistas de moda. El objetivo es cambiar el paradigma que se creó hace algunos años de que la belleza solo se percibe cuando se admiran los huesos de una mujer.
Por ejemplo una revista americana fue quien dio el primer paso de incluir en su portada a una modelo de talla grande y desde allí los diseñadores y medios de comunicación han empezado a tener en cuenta a mujeres grandes, rellenitas y a las tallas y ropa que les queda bien, es decir L, XL y más, además porque la demanda es muy grande ya sea porque su contextura es así o porque subieron de peso y no pueden ponerse ropa estrecha ni pequeña.Las fotografías que se exhiben quieren hacer entender que no hay nada de malo en tener unos kilos de más o esconderse por ello, claro que hay que diferenciar entre el hecho de ser un poco rellenita y tener sobrepeso, comer desaforadamente y no cuidarse.
El fotógrafo que se especializo en estas imágenes encontró cinco chicas que sobrepasaban las talla 34 pero vivían tranquilas y felices y a la hora de mostrar piel no tenían nada de qué avergonzarse. Sus pesos corporales oscilan entre los 75 y 82 kilos y miden aproximadamente 180 centímetros y su ingreso a las pasarelas ha sido tan impactante que la aceptación no se ha hecho esperar.
Es en este punto donde se deja atrás la idea de que una chica no puede ser modelo a menos que tenga unas medidas perfectas, piernas totalmente contorneadas, rostros de muñeca y voluptuosidades artificiales, pues afortunadamente después de conocer tantos casos y peor aun muertes a causa de las enfermedades debidas a desordenes alimenticios, era hora de conocer a las mujeres reales, a las que se pasean por las calles día a día y son admiradas, a las que son alcanzables y sencillas y que a pesar de tener unos kilitos encima, son bellas y no deben tener miedo de aceptarse tal y como son.