Usar un collar es común para cualquier tipo de mujer, pues son accesorios que sirven para agregar un poco de estilo y belleza, pero como sería usar casi más de 20 aros, pesados, gruesos y que empiecen a alejar la cabeza de los hombros solo para hacer ver el cuello más largo? Es sabido que en la publicidad o imagen se editan las fotografías de algunas modelos para que el cuello se les vea más largo y puedan evidenciar algo más de elegancia o hasta de glamur. Muchas mujeres por su complexión y forma o distribución ósea no tienen el cuello con mucha longitud y entonces pareciera que tuvieran el cuello metido o no fueran tan altas o tan delgadas.
Pero en las culturas del algunos países, si hay mujeres que a pesar de no tener la característica visual de que el cuello se les vea muy largo, emplean algunos métodos y elementos para lograrlo y darse a conocer alrededor del mundo, estas son las llamadas padaung. Las padaung son las mujeres que forman parte de la tribu Karenni, en el Tíbet, y también son familiarizadas con las jirafas, por lo que hacen con su cuello. Han sido grupos de personas que se han visto enfrentadas a muchos problemas sociales y peor aún, relacionados con la violencia, y han migrado a diversos lugares. Tuvieron que sobrevivir por medio de limosnas que daban los turistas y lo que llamaba la atención, era el ornamento que las mujeres tenían en el cuello, una especie de aros o espiral, que separaba el cuello de la parte cervical de la columna.
Para estas mujeres y para la tribu en general, ésto es un proceso de embellecimiento y debe ser aplicado desde los 5 años de edad, y conforme al tiempo y al desarrollo que van teniendo de niña a joven y después a mujer adulta, van cambiándose los aros para que se adapten al ancho del cuello, pero también se van alargando los aros, para que el cuello se estire aun más. Es un proceso que se considera peligroso porque se dice que puede presentarse el desprendimiento del cuello con la columna y el gobierno trato de tomar las medidas pertinentes, pero como no puede haber una alteración en las costumbres culturales de este grupo étnico, realmente el resultado no fue muy positivo, pero si alcanzó algunos resultados, por ejemplo, muchas mujeres al ver la campaña de modernización del país, dejaron la costumbre atrás y se quitaron la espiral. Pero hubo otras que a pesar de lo novedoso e fascinante del siglo XXI, se dieron cuenta que el dinero lo podían obtener gracias a sus atractivos decorativos, entonces lo dejaron para que los turistas lo vieran. Lo que ellos opinan es que entre más largos, decorados y apretados sean, más atractivos, exóticos y elegantes son y pueden ser considerados como joyas.
El reto más grande lo ha conseguido una mujer que ha usado casi 27 argollas, pero lo más aterrador, es que todas ellas pesaban cerca de 9 kilos. Según los científicos y ortopedistas, lo que ocurre es que hay una opresión de las clavículas por el peso de los aros y se amplía el espacio del cuello.