La inseguridad es común en muchas mujeres pero hay que saber identificar la raíz del problema y dejar de lado el miedo debido a que hace cerrar muchas puertas y pensar que todo el mundo las rechaza. Un aspecto que puede deteriorar la autoestima, las relaciones interpersonales y en contextos como el laboral o el académico puede ser la inseguridad. Y para poder identificarla hay que saber primero a partir de que se origina y cuáles son las señales más obvias que son detectadas por los demás pero que tratan de ser disimuladas por sí misma. Un aspecto que domina es la belleza y aunque no todas son modelos o reinas de belleza si debe conservarse un respeto por sí misma, un amor propio y saber que se tiene una belleza física e interior únicos que es la que da valor.
Además los gustos de los hombres no son iguales y no siempre les llamará la atención las altas, delgadas y rubias, pues también habrán quien las prefiera un rellenitas, mas bajitas o con los ojos oscuros. Muchas veces es fácil identificar una inseguridad cuando por ejemplo, el novio puede quedarse mirándola y ella de inmediato se pone nerviosa, y pregunta si tiene algo, si el cabello está mal peinado o si tiene algo extraño en la cara o incluso que puede estar algo gorda y así el chico no piense eso, el miedo e inseguridad hace pensar lo contrario. También es un grave problema de inseguridad el hecho que siempre exista una comparación con otras mujeres ya sea en el físico o en los logros que se tengan a lo largo de la vida.
También puede ser otro indicio cuando se miden ropa y sin obtener una opinión de otra persona, piensan que son gordas y que se verán muy mal si salen a la calle así. El problema es que no se puede vivir de miedo en miedo porque lo que se hace es generar una vida llena de amarguras, de mal genio, de estrés y preocupaciones pero con eso no hay que pensar que no se es perfecta o que todo lo que pasa es malo. La preocupación siempre es el rechazo ya sea en un trabajo, un amigo, una pareja o cualquier otra persona, el no sentirse apreciada o valorada y la necesidad de aparentar para poder lograr una aceptación en diversos grupos y contextos.
Tampoco hay que generar dependencias de otras personas o vivir detrás de ellas como lo hacen frecuentemente muchas mujeres utilizando a sus padres como escudos o formas de protección para no conocer la vida o asumir los temores que tiene, finalmente una persona no tiene valor por los detalles físicos sino por sus cualidades, su forma de ser, lo que ofrece emocionalmente a los demás, la calidad de persona que puede llegar a ser. Miles de veces cuando otra persona mira, no necesariamente es por criticar sino por el contrario por admiración, porque en vez de que vean a una mujer gorda o desaliñada, la ven muy hermosa. La idea es agradecer y aprender a vivir con lo que se le dio, pues por alguna razón se es así y es para que sea feliz.