Respirar bien es fundamental para conseguir los mejores resultados al hacer ejercicio ya sean de tipo aeróbico, de tonificación, calentamiento o estiramientos. Mira cómo debes hacerlo.
Relájate con el abdomen
Para conseguir sedarte o incluso cuando quieras dormirte bien relajada, debes respirar centrándote en tu abdomen entre unos dos y diez minutos. También te será muy útil este tipo de respiración para controlar cualquier tipo de situación que te pueda provocar ansiedad.
Suspirar
Nada mejor que lanzar un buen suspiro para que a la vez que te calmas, puedas estimularte. Cuando se suspira después de haber realizado una inspiración enérgica y rápida, se sigue con un intervalo corto durante el cual el aliento se queda retenido y así se consigue una inspiración mucho más distendida y profunda que estimula la respiración.
Reír
La risa es producida por impulsos respiratorios cortos que logran separar y juntar las cuerdas vocales, siendo ésta uno de los ejercicios respiratorios más efectivos y tonificantes que existen consiguiendo imprimir profundidad a las respiraciones y dando elasticidad a nuestro diafragma.
Bostezar
Durante el movimiento reflejo conocido como bostezo, se produce una inspiración muy profunda y sostenida que va seguida de una espiración más pausada y que se suele acompañar de estiramientos del cuerpo. Además se consiguen eliminar tensiones y se equilibra la relación entre el oxígeno en sangre y el anhídrido carbónico.
Estornudar
El estornudo ayuda a limpiar las vías respiratorias y es que cuando se estornuda se provoca una súbita expulsión de aire de una manera completamente incontrolada y que provoca además una agradable sensación de bienestar.
Anda bien erguida
Para conseguir que los pulmones estén bien provistos de oxígeno, nada peor que andar con una espalda encorvada, con unos hombros echados hacia adelante, con un bajo vientre caído o con un pecho hundido. En cualquier caso la mejor postura siempre será aquella que logra mantener siempre erguidas las vértebras cervicales y lumbares.
Respiración clavicular
Este tipo de respiración se realiza con la zona superior de nuestros pulmones que es la que cuenta con menos volumen dentro de estos órganos. Al inspirar se nos elevan las costillas y las clavículas superiores mientras que el diafragman y el abdomen permanecen pasivos. Cuando se espira, las clavículas se relajan y se deja descender el pecho.
Este tipo de respiración presenta algunos inconvenientes y que la cantidad de aire que se consigue para lograr oxigenar el organismo es muy pequeña y si se funciona demasiado con ella se conseguirá amentar la tensión arterial.
La respiración diafragmática y abdominal
Durante la inspiración el diafragma desciendo mientras presiona y masaje las vísceras y haciendo que se expanda el abdomen ligeramente hacia fuera. Sus beneficios son muy numerosos tanto a corto como a largo plazo ya que aumenta la energía vital; estimula el correcto funcionamiento de las vísceras del abdomen al masajearlas y ventila la parte más grande de los pulmones siendo ésta su base triangular.