Las relaciones virtuales se han convertido en una situación tan común en la era de las telecomunicaciones, el Internet, las redes sociables y el chat, pero antes de enamorarse de alguien «perfecto» hay que tomarse un tiempo prudencial para conocer si son chicos reales con los que se puede cumplir un cuento de hadas o son personas inescrupulosas que en muchos casos logran hacer un daño emocional muy grande. Son muchos las relaciones que se han dado a través de una pantalla y una cámara web y los avances tecnológicos y adelantos en Internet han sido la base para que se generen uniones sentimentales a larga distancia que inicialmente comienzan como una gran amistad pero que poco a poco se transforma en una gran amor.Claro que son muchas las prevenciones que hay con respecto a este tema, pues los temores de que sobre todo las chicas sean engañadas, estafadas o hasta incluidas en listas de trata de blancas y es que es tan importante este tipo de relaciones para ellas que alcanzan a crearse fantasías de conocer al príncipe azul virtual, a construir sueños de viajes y familias y hasta matrimonios de por medio.
Algo que ha facilitado mucho la generación de estos noviazgos son las redes sociales, en donde las personas empiezan a evidenciar gustos semejantes con alguna persona del sexo opuesto o porque no, hasta del mismo sexo y después de observar que tiene gustos musicales, que son divorciados, que estudian lo mismo y tienen en proyecto una empresa, que quieren conocer un mismo lugar en otro país, que tienen hijos de la misma edad o que tienen ideologías similares, son puntos de partida para sentirse atraído y nada mejor para complementar que las numerosos fotos cada quien publica en su perfil social.
Quienes se ven involucrados en este tipo de relaciones sienten una gran confianza al expresarse, además que no tienen una presión de responder por aspectos comunes como una relación directa, por ejemplo que el amor se pierda por la monotonía de verse todos los días, de hacer las mismas cosas cada fin de semana, de sentir celos porque se sabe absolutamente todo lo que el otro hace o hasta el miedo de quedar embarazada por descuidos en la planificación. El punto clave para la fidelidad hacia una persona que no se conoce es la idealización que se ha generado alrededor de ella, pues es tan perfecto y soñado que no se piensa en perder la oportunidad.Es tanta la emoción que a la hora de conocerse personalmente fluyen todos los sentimientos que eran reservados frente a un monitor o un teléfono y son tan firmes los proyectos planteados que frecuentemente el hombre o la mujer terminan en el país de residencia del otro, para así comenzar una nueva familia.
Y ha resultado tan efectivo esto de las parejas virtuales que no hay discriminación en edad, pues así como ha habido uniones de jóvenes, miles de adultos cercanos a los 40 o 50 años de edad consiguen a su media naranja a miles de kilómetros.Hay algunos sitios especiales para quienes buscan pareja y tienen especificaciones como edad, gustos y ubicación, por si hay preferencias de búsqueda. Pero en estos casos hay que tener cuidado de no ser engañadas por chicos jóvenes si se es adulta o por el contrario por hombres maduros si se es una mujer joven, pues generalmente son engañadas para hurtar dinero de sus cuentas, envío de regalos a cambio de “palabras de amor” pero falsas o decepciones amorosas al saber que esa ilusión no existe.
Esto con freciencia ocurre cuando es tanto el anhelo por conocer a ese alguien que se viaja a otro país con el objetivo de conocer a alquien que nunca se ha visto o confundir un sentimiento de gusto por un enamoramiento, cuyo compromiso es muy diferente.