Los pasillos son una parte de la casa que muy a menudo olvidamos a la hora de decorar.Con poco trabajo podemos hacer de nuestro pasillo, un lugar tan acogedor como el resto de la vivienda.
A muchas personas les sucede que, en el momento de ponerse a decorar su casa, piensan en el más mínimo detalle para dejar a punto el salón, las habitaciones, la cocina, el baño y todas las estancias de la vivienda, pero que, sin embargo, se olvidan del pasillo, que queda abandonado frecuentemente a su suerte, convertido muchas veces en un simple pasadizo vacío y sin ningún atractivo.
El pasillo merece también nuestra atención. Es uno de los lugares por los que más pasamos, ya que normalmente es el que comunica una habitación con otra. Además, hemos de tener en cuenta que muchas veces, especialmente en pasillos que se ven desde la puerta de salir a la calle, es la primera impresión, o la única, que se lleva de nuestra casa cualquiera que llame a nuestra puerta.
Lo primero que hemos de tener en cuenta al ponernos a decorar el pasillo es la luz, ya que normalmente son espacios oscuros. Los puntos de luz situados estratégicamente darán un cambio radical a este espacio. Si los techos son bajos, bastará con apliques o focos en los mismos. Si, por el contrario, son altos, deberemos colocar algún punto en las paredes.
Otro tema importante, aunque por el mismo motivo, es el color de sus paredes. Lo más adecuado suele ser el color blanco o algún color claro o neutro, eligiendo siempre el que más iluminación dé. Un amarillo claro produce una gran luminosidad.
Si el ancho de nuestro pasillo nos lo permite, podemos colocar algún mueble, que evitará que se vea la zona desértica. Percheros, librerías o similares nos resultarán útiles y quedarán bien. Una alfombra da también un toque importante, ya que da una mayor sensación de confortabilidad.
Recurre a los espejos. Es una zona ideal para decorar con estos objetos, ya que le proporcionarán no sólo luz, sino que también agrandarán el espacio. Y una planta tampoco estará mal, aunque debes tener la precacución de buscar una que necesite poca luz.