Muchas mujeres sufren del cansancio en las piernas, ya sea porque pasan mucho tiempo paradas o sentadas. Esto produce alteraciones en el flujo sanguíneo, y eso se hace notar al fin del día.
No solo el cansancio es una consecuencia de los malos hábitos que tenemos generalmente para con el cuidado de nuestras piernas sino que, con el tiempo, pueden aparecer problemas secundarios tales como várices y retención de líquidos.
En esta nota pretendemos mostrarte algunos sencillos cambios en tus hábitos cotidianos que aliviarán la pesadez de tus piernas y te permitirán una jornada de trabajo más productiva.
Caminar: Imprescindible aunque sean solo 30 minutos diarios. Si estás en la playa, aprovecha para hacerlo sobre la arena. Es ideal para reactivar la circulación, tonificar los músculos y agilizar las articulaciones
Evitar la cera caliente: Este método de depilación, tanto por el calor como por los tirones al retirar la cera, empeoran la circulación, favoreciendo la aparición de várices y arañitas.
Evitar la ropa ajustada: Los jeans demasiado ceñidos entorpecen la circulación de la sangre y generan retención de líquidos.
Evitar (en lo posible) los tacos demasiado altos: Los tacos de 3 a 5 centímetros son los ideales; si exceden esa altura se produce una contracción en los músculos que obstaculiza el buen retorno sanguíneo. Tampoco conviene utilizar tacos demasiado chatos, ya que desestabilizan la circulación a nivel de la planta del pie.
No detenerse: Si trabajas sentado y permaneces mucho tiempo en la misma posición, o pasas mucho tiempo de pie, comienza a cambiar de postura. Levántate a menudo, ve al baño, sube y baja escaleras y mueve las piernas aunque estés sentado.
Elevar las piernas: Siempre que puedas, has una pausa y eleva las piernas unos minutos. A la hora de dormir, coloca una almohada bajo tus rodillas.
Beber mucha agua: Es una de las mejores armas para combatir la retención de líquidos y la pesadez.
Masajes: Diariamente, al finalizar la jornada, realiza un masaje en tus piernas en dirección ascendente.
No abusar del sol: El exceso de sol y los baños calientes dilatan los capilares.
No fumar: El tabaco, entre otras cosas, deja residuos tóxicos que afectan la microcirculación sanguínea, favoreciendo además, la aparición de celulitis.