Estos dos platos que pueden servirse como únicos, están perfectamente controlados en cuestión de aporte de grasas y de calorías, además de ser el menú ideal para poner en la mesa tanto en una comida especial con invitados como a diario con la familia.
Ensalada de carabineros marinera
Ingredientes:
- Seis carabineros
- Dieciséis mejillones
- Treinta y dos almejas
- Dos zanahorias
- Un calabacín
- Dos tomates
- Diferentes hojas de lechuga variadas
- Aceite de oliva, azúcar y sal
Para hacer la vinagreta de yogur
- Un yogur desnatado natural
- Vinagre de Módena
- Aceite virgen extra y sal
Pela las zanahorias y córtalas a lo largo. Limpia y corta en rodajas las patatas y cuécelas junto con las zanahorias. Reserva esta agua. Corta el calabacín en rodajas también y fríelo en la sartén. Haz lo mismo con el tomate pero a éste añádele un poco de azúcar y de sal.
Para hacer la vinagreta mezcla cuatros cucharas de aceite virgen extra con el yogur natural desnatado y el vinagre de Módena. Remueve y sala.
En el agua que has utilizado para cocer las zanahorias y las patatas, cuece las almejas y los mejillones hasta que se abran y después procede a retirar sus valvas. Pela los carabineros, córtalos por la mitad y saltéalos.
Para montar la ensalada coloca primero el tomate, después el calabacín, la zanahoria y la patata y por encima de todo las almejas y los mejillones. Por último por los carabineros y acompañan todo con un poco de lechuga y una vinagreta.
Albóndigas con garbanzos
Ingredientes:
- Albóndigas (preparadas por ti o compradas de bote)
- Zanahorias y patatas cocidas
- Garbanzos cocidos
- Un vaso de caldo de carne
- Un chorro de vino
- Sal y pimienta
Coloca las albóndigas ya preparadas en una cazuela junto con las zanahorias que ya habrás pelado y cocido previamente, cortadas en rodajas. Añade los garbanzos también cocidos anteriormente en un agua con sal. Si lo prefieres puedes comprar un bote de garbanzos de los que ya vienen perfectamente cocidos.
Baña todo con un chorrito de vino y deja que se caliente todo a fuego lento, removiendo con una cuchara de madera de vez en cuando. Rectifica de pimienta y de sal y agrega un poco del caldo de carne si ves que el guiso está quedando muy seco.
Por último, con las patatas ya cocidas también previamente en agua con sal y cortadas en rodajas, se procede a dorarlas en una sartén con un poco de aceite y cuando comiencen a tomar color, se añaden también a la cazuela con las albóndigas y las zanahorias. (Si se desea también se pueden rehogar las zanahorias junto con las patatas en lugar de añadirlas directamente a la cazuela de las albóndigas).
Mantén durante unos segundos más a fuego lento la cazuela para lograr que todos los sabores se mezclen perfectamente y sirve caliente.