Es importante que al conocer la familia de la pareja se establezcan cierto parámetros y limites que impidan que si en algún momento hay inconformidades, los padres u otros familiares se crean con el poder de atormentar a una persona y dañar una relación por medio de la presión y la manipulación que constantemente usan. Este tipo de conflictos son comunes pero hay casos en los que la familia del novio de una chica tiene excesos y logra generar daños irreversibles no solo en el ánimo y la autoestima de la mujer sino en la relación, generando inseguridad, miedo, desconfianza, luchas preferenciales, entre otras. Los que primero ponen el grito en el cielo y declaran la batalla cuando no aceptan a la pareja de su hijo son sus padres y empiezan a ejercer presión sobre el chico, a evitar a la novia, a hacerles desplantes y la vida imposible cuando visita la casa de estos y a hacer comentarios malintencionados con el propósito de crear discusiones y que el resultado de ellas sea la ruptura definitiva. A los padres se pueden sumar tíos, primos, hermanos y hasta abuelos y es peor cuando alguno de ellos o todos viven bajo el mismo techo ya sea del joven o si llegasen a vivir juntos, cerca de los dos, lo que agrava la situación.
De las razones por las que más se preocupan y justifican su rechazo hacia la mujer son su nivel académico, su posición económica y social, si tiene un empleo estable, su núcleo familiar, si se viste como a ellos les agradaría, si tiene buenos modales o hasta el factor religioso entra a jugar en medio de causas que son más excusas y que de uno u otro modo son tontas, pues en lo último que se fijan es en el amor, la preocupación y la dedicación que puede tener la novia con el muchacho.Desafortunadamente muchas veces no se saben manejar y los que finalmente resultan enfrentados son quienes están en pareja, pues no saben qué camino tomar, si dejar que los sentimientos le ganen a la razón o por le contrario dejar de lado el amor de su vida por defender su dignidad.
Pero es cuando hay que aplicar el dicho que dice “uno se casa (o ennovia) con él y no con la familia” pero siempre la familia tendrá que ocupar su lugar prioritario y por obvias razones la mayoría de hombres terminan cediendo ante las presiones familiares.Este es el lado de la injusticia pero también hay que tener en cuenta cuando los padres se preocupan por finalizar una relación en donde solo hay irrespeto, violencia, peleas continuas, irresponsabilidad y descuido pero es el hijo quien se empeña en dibujar una imagen falsa ante su familia por el amor que siente por la otra persona.
Hay sicólogos que afirman que la familia puede intervenir hasta cierto punto y cuando hay razones validas ya sea para proteger a su hijo o aceptando los errores cuando se juzga erróneamente a la mujer. Esto depende de la pareja, de la madurez y confianza que existe, de saber diferenciar su relación personal de las relaciones familiares y que en dado momento cada uno establezca limites.El problema de todo es que los errores entre familia pueden ser tolerados pero cuando se trata del ingreso de una persona que nadie conoce y se detallan todos sus errores, hay menos tolerancia, paciencia y acpetación.