La celulitis es un reconocido enemigo de la mujer actual, que quiere ser evitado o corregido a toda costa para mejorar la apariencia de la piel. Por eso, a continuación se presenta como se produce dicha anomalía y cuales son sus características específicas, para que a la hora de elegir un tratamiento se sepa que será lo más efectivo. ¿Qué es la celulitis? ¿Cómo se forma?
La celulitis se genera cuando las células encargadas de almacenar o acumular grasa (adipositos), alteran su circulación en la capa grasa (hipodermis), de manera que el tejido graso crece de manera anormal y las paredes laterales se engrosan formando los famosos “hoyuelos”.
Esta irregularidad que afecta entre el 85% y 98% de las mujeres que pasaron la etapa de la pubertad, suele traer aparejada consecuencias como obstrucción de la circulación sanguínea, irregularidad en la oxigenación de tejidos y dificultad para eliminar correctamente las toxinas. Esto da por resultado la llamada “piel naranja”, con irregularidades y depresiones poco estéticas.
Sin embargo, la celulitis no es maligna de forma preocupante para la salud, ni es síntoma de enfermedad alguna, de manera que en la mayoría de los casos suele ser deseada su eliminación por una preocupación fundada en convencionalismos estéticos y nada más.
Tipos de celulitis
Existen tres tipos diferenciados de celulitis, de acuerdo a lo arraigada que se encuentra, y la contextura que toma la piel afectada:
1. La celulitis incipiente o blanda está caracterizada por flacidez y un aspecto esponjoso. Además la consistencia de la piel toma una contextura fofa, en la que se hunde la piel al tocarla o al moverse con los cambios de postura. Sin embargo, es el tipo más superficial de celulitis y por ende el más fácil de combatir o eliminar.
2. La celulitis dura o maciza está caracterizada por piel endurecida y de consistencia compacta, que suele ser bastante difícil de tratar o erradicar. Además suele presentar sensibilidad cutánea en el área afectada y puede producir dolor aun cuando no se presionen los nódulos. Suele ser también el sustento para la aparición de las temidas estrías, por estar sometida la piel a presión y tejidos compactos que se rasgan.
3. La celulitis edematosa está caracterizada por una localización exclusiva en las piernas y muslos; además tiene la particularidad de presentar características de la celulitis incipiente y la compacta al mismo tiempo.Sus efectos en la contextura de la piel suelen ser de hinchazón excesiva, y en algunos casos puede aparecer dolor al tacto, pudiendo apreciarse también nódulos compactos como en la celulitis dura o zonas con flacidez como en la blanda. Sin embargo suele ser el tipo más infrecuente de todos, y su eliminación no es tan complicada como con la de tipo maciza.
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