Un trastero o un garaje siempre comienzan siendo un espacio maravilloso de almacenamiento con el que soñamos todas, pero lo cierto es que se terminan convirtiendo en lugares llenos de polvo donde buscar algo puede convertirse en una auténtica pesadilla. Toma nota de algunos consejos para evitar que esto te suceda. 
Una limpieza a fondo
Aunque te asuste es lo que tienes que hacer y esa limpieza implica vaciar la habitación completamente. Si no la vacías no vas a poder llegar a algunos rincones para poder hacer una limpieza bien a fondo. Aprovecha también para hacer una buena criba de todos aquellos objetos que ya no necesites y deshazte de todos ellos y así ganarás también espacio.
Comienza por el suelo
Cuando ya tengas la estancia completamente desalojada, comienza con la limpieza, poniendo atención al suelo que tienes. Aunque en estos lugares suele ser de hormigón, también pueden encontrarse suelos fabricados con linóleo o con materiales parecidos. Y es que la manera en que habría que limpiarlos es completamente distinta. Si es de hormigón lo mejor y más higiénico es hacer una limpieza con una máquina de agua a presión y algún producto químico que logre eliminar cualquier resto de suciedad. Si cuentas con otro suelo, comienza puliendo y después abrillanta con los productos más adecuados dependiendo del material con el que estén hechos.
Agrupar
Hazlo preferiblemente de una manera temática. Por ejemplo: las maletas por un lado, los objetos viejos de decoración por otro, la ropa de temporada en otro lugar, etc. Agrupar de esta manera te va a ayudar a colocarlo todo de nuevo de una manera más ordenada.
Ordenar de nuevo
Una vez tengas perfectamente limpia la estancia y hayas agrupado todo, es el momento de comenzar a ordenar todo aquello que has sacado anteriormente y colocarlo de tal manera que ya no dé esa sensación de caos. Si vas a utilizar una pequeña zona como despensa, puedes colocar un armario metálico con un cierre para usar solamente para la comida.
Reglas de mantenimiento
Es muy importante que mantengas todo bien ordenado. No hay que limitarse como un lugar donde nada más que se coloquen hileras e hileras de cajas. Debes llevar un orden.
Puedes medir el largo y el ancho de las paredes de la estancia para conocer realmente el espacio con el que cuentas y saber cómo lo puedes utilizar realmente.
Cuando ya tengas estas medidas, puedes comprar unas estanterías metálicas, que son bastante más resistentes, que sean lo bastante anchas como para poder colocar objetos que sean de gran tamaño.
Si tienes alguna bicicleta, reserva una pared donde colocar unos enganches para colgarlas. De esta manera además de ahorrar espacio evitarás tropezarte con ellas.
Divide bien los espacios: utiliza uno para los juguetes, otro para las herramientas, otro para la ropa y otro para los objetos peligrosos, éstos últimos en una zona bien segura a la que no se pueda acceder fácilmente, especialmente si hay niños pequeños o animales en la casa.
