Si hubiera que elegir tan solo un lugar de esta tierra, sería una tarea muy difícil o casi imposible. Probablemente los que vamos a describir a continuación no sean los más conocidos, pero te aseguramos que te van a sorprender si tienes la oportunidad de visitarlos.
Banco de Loiba
Este lugar privilegiado, tallado por un anónimo como «el mejor banco del mundo», se encuentra entre los cabos de A Coruña de Ortegal y Estaca de Bares. Recibe este nombre porque los que se sientan en él pueden contemplar la playa de Coitelo y el islote de Gaviotera, entre otros muchos espacios increíbles que se encuentran en los largos kilómetros de esta costa.
Ría de Cedeira
Son más de seiscientos metros de alto los acantilados que rodean esta ría. Sin duda un verdadero paraíso natural en el que se encuentra la playa de Vilarrube en la desembocadura del río das Mestas, que con su forma de media luna, encandila a los visitantes.
Fragas do Eume
A tan solo cincuenta kilómetros de A Coruña, se extiende un tramo de áreas umbrías que va desde Pontedeume hasta el embalse de Eume, formando espectaculares masas con una gran variedad de árboles como fresnos, robles, helechos o castaños, estando considerado como uno de los bosques atlánticos de la ribera mejor conservados de toda Europa.
Monasterio de Oseira
Conocido como El Escorial gallego, este monasterio es una conjunto de gran envergadura situado a poco más de treinta kilómetros de distancia de Orense, y habitado por unos monjes junto a los que los viajeros pueden participar de su vida de retiro y oración. Fundado en el siglo XX por los monjes benedictinos, poco a poco fue reconvertido. Su verdadera joya es la iglesia de la época medieval, así como su capilla de los Forasteros. Destacan también su claustro barroco de los Medallones y el de los Caballeroso, el renacentista de los Pináculos así como el museo Lapidarium.
Cañones del Sil
En la frontera existente entre Orense y Lugo, el río Sil ha ido esculpiendo a lo largo de los años unos cañones de enorme belleza que se van abriendo paso entre los verdes montes y las escarpadas paredes de viñedos, donde varias comunidades de monjes, se refugiaron durante la Edad Media. Estos monasterios hoy en día mimetizados con el paisaje, es una experiencia inolvidable, así como pasear en barco por el río hasta llegar al Cabo do Mundo o probar por ejemplo, el vino que se elabora en estas preciosas tierras.
Playa del Castro de Baroña
Resguardada por la sierra de Barbanza, esta playa también conocida como de Arealonga, se encuentra dentro del municipio de Porto do son. Cerca del arena y en un promontorio situado sobre el mar, se encuentra el yacimiento castrense más impresionante de toda Galicia, donde se pueden ver vestigios de viviendas ovaladas, así como de almacenes y talleres.