El risotto es un plato que últimamente parece estar de moda. Se puede hacer con una gran cantidad de productos, y se caracteriza por ser un arroz que queda cremoso. Ingredientes para 4 personas: 400 grs. de arroz, 500 grs. de champiñones, 1 litro de caldo de verduras, 1 vaso de vino blanco, mantequilla, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, perejil, queso rallado, aceite de oliva y sal.
Lava los champiñones y lamínalos. Pon una sartén al fuego con aceite de oliva y échalos en ella, junto con uno de los dientes de ajo cortado a trocitos. Sofríe y, cuando veas que falta poco para que no les quede agua, espolvorea con perejil picado y echa un poco de sal. Deja que acabe de sofreír hasta que hayan perdido toda el agua.
Pon otra sartén al fuego con una cucharada de mantequilla y sofríe en ella el otro diente de ajo y la cebolla, ambos productos picados. Antes de que tome color, añade el arroz y remueve bien, dejando sofreír durante un par de minutos. No dejes de remover para que no se queme.
Pasados los dos minutos, añade los champiñones, remueve y vierte el vino blanco, dejando que se evapore. Cuando veas que el arroz está casi seco, echa un cucharón de caldo, vertiéndolo poco a poco.
Ten en cuenta que el secreto de un buen risotto está en el que el caldo no cubra en ningún momento el arroz de manera excesiva, sino que tiene que ir añadiéndose poco a poco, lo que se va consumiendo. Por tanto, irás echando un cucharón poco a poco las veces que haga falta, cuando veas que ya no queda casi caldo.
Cuando el arroz esté cocido echa una cucharada de mantequilla, queso rallado en abundancia y perejil picado, removiéndolo todo. Ha de quedar cremoso, siendo ésta otra de las características del risotto.