Las madres y las hijas pueden ser las mejores amigas en cuanto a confianza y orientación de tipo psicologíca pero no hay que olvidar que cada una tiene un mundo construido y que no siempre todos los planes serán compartidos porque en algún momento alguna de cansará. Para las chicas puede ser un arma de doble filo porque así como pueden verse beneficiadas por las compras que hace su mamá también pueden aguantarse todo un día con cosas o visitas a lugares que no les gusta solo por complacerla o evitar sacarle el mal genio o que no se sienta mal. Para una madre el hecho de tener una hija y encontrar un apoyo en ella para diversas actividades es muy satisfactorio porque con el paso de los años se van viendo mas solas o si son divorciadas o madres solteras e aun mas difícil.
Entonces es cuando encuentran una salida para compartir el tiempo con su o sus hijas, porque de una u otra manera entienden que los hijos varones son un poco más distantes y sus mundos son muy diferentes.Pero así como los hombre, muchas mujeres quieren tener cierta independencia y hacer sus actividades con sus amigas, primas o demás pero poco con su madre porque por la diferencia de edad los gustos e interese no serán siempre los mismos, por ejemplo ellas tenderán a ver ropa diferente, artículos de cocina y hasta decoración, mientras que las jovencitas se dedicara al cuidado de si mamas, a la moda, a los esmaltes y hasta juguetes, juegos y actividades relacionadas con videojuegos, salidas, rumbas y otras cosas que no son propiamente lo que llama la atención de sus progenitoras.
Cuando se programe algo de este tipo hay que evitar sacarles siempre el cuerpo, sino tener en cuenta que ellas siguen percibiendo a sus hijas como las bebes y así como las llevaban de compras cuando eran pequeñas, aspiran a que después de tantos años las cosas sigan igual. Hay que analizar qué planes les gusta, que sitios prefieren visitar, que objetos les gustaría tener o en que les encanta perder el tiempo. No siempre se dirá que si se irá con ella a todo lado pero si es posible acompañarla, nada mejor que hacerlo. Para ella es un motivo de satisfacción tener con quien hablar o comentar, con quien sonreír o emocionarse y es bueno comentar y ponerse de acuerdo en lo que les gusta a ambas para que se distribuya el tiempo y los momentos y que ninguna quede insatisfecha.
Siempre una hija tendrá que tener en cuenta que muchas veces quieren hacer lo que ellas quieren y que el día se vaya visitando lo que aman, por eso lo más importante es tener paciencia y tener en cuenta que ella siempre estará disponible y nada mejor que regalar minutos a quien dio y dará la vida siempre por sus hijos. Además sería una buena sorpresa que eso que alguna vez no pudo comprar por falta de dinero o tiempo fuera obsequiado por su hija en lo cual apreciara que hay un interés por satisfacerla de algún modo. Por último hay que intentar hacer actividades que las integre a ambas y que poco a poco esta costumbre se respete y agrade para que en cierto momento ninguna se canse de la otra y sobre todo la joven que puede perder y no disimular su falta de paciencia.