Hay un dicho que marca, antes de besar al príncipe tendrás que besar muchos sapos, esto también puede aplicar para los hombres, pues en la búsqueda de la pareja ideal, se pueden vivir muchas situaciones, conocer a mucha gente y finalmente descubrir que aún no es el o la indicada. En tiempos anteriores, las personas se daban el tiempo de cortejarse, conocerse bien, ir creciendo juntos y descubrir sus afinidades, sin embargo en el mundo actual, todo se vive en “fast time”, acelerando incluso las decisiones más importantes como lo es vivir en pareja.
Pareciera que el orden de las cosas se ha visto alterado, pues ahora las parejas primero viven juntas y se conocen después, y viéndolo bien no hay otra manera de conocer mejor a una persona y no su estado romántico, tampoco vivir juntos es impedimento para terminar con la relación si en cierto punto uno se da cuenta de que no es lo que desea.
Si bien hay señales que desde el principio marcan lo que es una convivencia sana o no, hay otras que sólo con el paso del tiempo se van revelando. De igual forma cabe resaltar que toda pareja pasa por un estado de acoplamiento donde las discusiones son relativamente normales, sin embargo existen vivencias, comportamientos o sentimientos que simplemente no se pueden justificar.
Señales de que una relación no funciona
Falta de interés: vivir junto a la pareja no es excusa para dejar de mostrar ese esfuerzo que al principio existía, la conquista debe darse a lo largo de toda una relación, si bien ésta se transforma según las etapas que se viven, el ser indiferente ante la persona supuestamente amada, es una señal de que la relación debe ser finalizada.
Celos y control: experimentar sentimientos cada vez más pasionales hacia la pareja es un comportamiento normal, incluso hay quienes aseguran que los celos pueden llegar a ser sanos en su estado moderado, sin embargo nunca se debe atentar contra la individualidad de la persona. El control de uno sobre el otro no es sano, pues la libertad de una persona es algo invaluable, si aún después de hablar sobre el asunto la situación no se arregla, es momento de terminar.
Falta de pasión sexual: aunque para muchas parejas el sexo no es el fuerte de su relación, siempre existirá una afinidad que los una, llámese esto atracción, deseo o cariño, sin embargo cuando realmente el sexo es carente o se hace sólo por compromiso, se creará un vacío físico que pronto pasará a ser emocional en cuyo caso ya no hay más.
Desconfianza: el amor se traduce como un conjunto de muchas cosas, entre ellas la confianza, si no se experimenta este sentimiento en una relación, la convivencia no será sana, pues ni la parte que miente ni la que desconfía están actuando con verdadero amor.
Violencia: hay muchas formas de generar violencia en una relación; desde palabras altisonantes, gritos, discusiones, juzgar a la persona, bajarle su autoestima hasta golpearla y ninguna de éstas debe estar justificada en una relación, cualquier pareja que haya llegado a la violencia deberá por salud de ambos terminar.
Estos son sólo algunos indicadores de cuando una relación ha pasado de sentir amor a estar juntos por costumbre o necesidad. Si bien hay situaciones que deben ser habladas o expuestas entre los integrantes, también hay otras que pueden reflejar lo que realmente se siente en el interior.