Los tratamientos para la piel de los spa requieren de técnica y constancia. Después de una o dos sesiones, puedes llegar a sentirte como si tu piel fuera de seda.
Lógicamente, todos los centros de belleza esconden muy sus ingredientes secretos y tips, pero en esta nota, te enseñaremos como lograr los mismos resultados y sin salir de tu casa ni gastar una fortuna.
Cuestión de tiempo: La exfoliación no debe hacerse a la ligera. En las sesiones de spa, las expertas dedican entre 5 y 10 minutos para exfoliar cada parte del cuerpo, que empiezan generalmente por los hombros y continúan hasta la punta de los pies. Aunque nos suene excesivo, es imprescindible para dejar la piel suave. Comienza con movimientos circulares y lentos, ejerciendo una suave presión con los pulgares. Si quieres lograr una piel todavía más suave, no dudes en aplicar el exfoliante con la piel seca, pues esto creará mayor fricción y removerá profundamente las células muertas.
En el súper: Las cremas de los spas, contrariamente a lo que solemos creer, no son de las más caras sino que compran cremas comunes y las enriquecen con ingredientes naturales que pueden conseguirse en los supermercados. Por ejemplo, para ablandar las durezas de los pies y dejarlos bien suaves, en los spas suelen agregar leche caliente al agua donde nos hacen sumergir los pies. Otro truco es añadir un poco de azúcar y semillas de sésamo al exfoliante regular. Para obtener un mayor grado de humectación, la miel es un elemento infalible. Para darte un buen baño de inmersión, no dudes en colocar unas gotas de limón al agua, pues los ácidos naturales mejoran la capa superior de la piel.
Cuestión de cantidad: En general, a todas nos pasa lo mismo. Aplicamos las lociones o los exfoliantes para el cuerpo como si fueran oro líquido, es decir, en cantidades tan pequeñas que apenas alcanzan a cumplir con su función. Y lógicamente, los resultados jamás terminan siendo los esperados. En los spa, por el contrario, usan cantidades importantes de producto, y esto tiene una razón fundamental de ser: te aseguras de que los nutrientes penetren bien en cada centímetro de tu piel.
Herramientas aliadas: Obviamente las esteticistas de los spa tienen siempre a mano herramientas high tech para determinados tratamientos, pero no es imprescindible tener los mismos aparatos para lograr los mismos resultados. Con ciertos básicos alcanza. Para aplicar una crema o una máscara en el cuerpo, puedes usar una brocha ancha de pintor. Tanto los discos de algodón como los de silicona que utilizan en los spa pueden conseguirse en cualquier farmacia o perfumería. Es fundamental mantener todos estos elementos en buen estado y limpiarlos luego de cada uso. Es recomendable usarlos un mes y luego descartarlos. Si te ha gustado la idea de tener tu propio spa en casa, no te pierdas la próxima entrega con 4 secretos más para realizar tus tratamientos de belleza. Si deseas ver la continuación de esta nota, pulsa aquí.