Si vives en una casa que tiene ya muchos años, con los suelos muy deteriorados, es muy posible que estés pensando desde hace tiempo en decidirte de una vez a cambiarlos, con lo que la casa por supuesto dará un cambio de imagen espectacular. Sin embargo, puede que lo que te frene a hacerlo sea, como suele suceder, la cuestión económica. En este caso, una solución puede ser usar sintasol o pavimento vinílico, un material que no es caro y que puedes colocar tú misma sin ninguna dificultad y aunque no hayas hecho antes nunca ningún trabajo de este estilo.
Este material tiene muchas ventajas, aparte de lo decorativo que puede quedar, de manera especial en baños y cocinas. Hoy en día en el mercado lo venden con todo tipo de colores y dibujos, tanto en piezas que podrás comprar a metros como en losetas, las cuales fabrican imitando otros materiales y están muy bien conseguidas. Por ejemplo, hay unas losetas que imitan pizarra que en los baños quedan preciosas.
Otra ventaja del pavimento vinílico es lo limpio que es. Lo puedes fregar con lo que quieras, incluso con lejía, y no se deteriora en absoluto. Si tienes niños pequeños también es muy práctico, tanto por la higiene como porque aísla al niño del frío del suelo cuando juega o gatea.
Si el material lo compras a metros, normalmente viene en rollos de 3 ó de 4 metros de ancho, por lo que según como sea la habitación de grande, si por uno de los lados mide 4 metros o menos, podrás ponerlo todo de una pieza. En este caso no es necesario ni tan siquiera que lo pegues con cola de impacto. Bastará con cinta adhesiva de moqueta alrededor de la habitación, poniendo el pavimento encima, y los muebles harán el resto.
Si te decides por las losetas, acuérdate que siempre debes empezar por el centro de la superficie a cubrir. Una vez puesta la primera, vas pegando una tras otra. Lo único un poco complicado son los finales, en los cuales deberás tener cuidado de cortar bien con el cúter.
Un poco más de complicación tiene en el baño, ya que con el cúter tendrás que recortar los alrededores de los sanitarios, aunque se trata sólo de un poco de paciencia y hacerlo despacio y poniendo los cinco sentidos.