Se trata de una receta de tarta fácil, que no necesita horno. El queso mascarpone se encuentra fàcilmente en cualquier comercio, envasado. Si de todas maneras no lo encontraras, sustitúyelo por cualquier otro queso fresco. 
Ingredientes: Para la masa de la tarta: 750 grs. de yogurt griego, 130 grs. de azúcar glas, 24 grs. de gelatina en polvo sin sabor, 200 grs. de nata para montar, 350 grs. de frutas del bosque. Para la cobertura: 200 grs. de queso mascarpone, 2’5 cucharadas de frutas del bosque y 3 ó 4 cucharadas de azúcar glas.
Pon en un recipiente adecuado el yogurt y el azúcar glas, mezcla bien y resérvalo.
En otro recipiente, monta la nata y guárdala en el frigorífico.
Pon los polvos de gelatina en un bol y echa por encima ¼ de taza de agua hirviendo. Espera 2 minutos y seguidamente mezcla bien para que no haya grumos. Agrega 4 cucharadas del yogurt que tienes reservado y mezcla bien.
Cuando estés muy segura de que no quedan grumos, añade el resto de yogurt y remueve. Seguidamente añade la nata montada y las frutas del bosque. Mezcla nuevamente y echa toda la masa en un molde de 20 cm. de diámetro más o menos.
Guarda la tarta en el frigorífico por lo menos una hora, que es lo que suele tardar en cuajar.
Mientras tanto haremos la cobertura, batiendo bien todos los ingredientes de la misma. Sólo faltará, cuando saquemos la tarta del frigorífico, esparcir la cobertura por encima de ella con una espátula.
