El té blanco es la variante del té más delicada y que contiene más poderes curativos. En realidad se trata de té verde del que sólo los brotes se recogen antes de abrirse. Aquí es donde están concentrados los poderes medicinales de esta esta singular planta. Aprende cómo emplearlo para frenar el colesterol.
Del té verde al blanco
El colesterol elevado en la sangre o colesterolemia está asociado con las enfermedades coronarias y con la arteriosclerosis suponiendo un grave problema para la salud de todo el mundo. Para mantenerlo dentro de unos límites que sean saludables se recomienda seguir una dieta en la predominen alimentos saludables con nutrientes como el fósforo, la colina, los ácidos grasos esenciales o el inositol, así como frutos secos, aceite de oliva virgen, frutas, carnes magras y verduras entre otros.
El té blanco también puede ayudarnos a controlarlo y es que esta bebida que se pude tomar a diario y que tiene un sabor muy agradable, aporta infinidad de beneficios en el organismo entre los que destacan el aumento de nuestras defensas, previene el cáncer y combate el envejecimiento.
Además protege las caries dentales por su alto contenido en flúor, combate tanto la fatiga mental como física y aumenta la capacidad de la memoria y de la concentración, no aporta calorías, es un diurético muy suave, favorece la eliminación de las grasas y es un perfecto aliado para las enfermedades de tipo cardiovascular ya que consigue bajar los niveles del colesterol malo y de los triglicéridos.
El poder anticolesterol del té blanco
El té blanco es bastante más delicado que otras de sus variedades como el rojo, el negro o el verde así como su poder antioxidante es bastante superior a ellas.
Se sabe que esta variedad del té posee ciertos poderes adelgazantes ya que consigue acelerar el metabolismo, así esta infusión favorece la reducción de los lípidos tanto del colesterol como de la grasa corporal. Igualmente esta bebida es de gran utilidad para combatir la arterioesclerosis ya que disminuye los niveles de triglicéridos a la vez que eleva los niveles del colesterol bueno o HDL.
Otros remedios para luchar contra el colesterol
Zumos de granadas y mandarinas. Según diversos estudios el zumo de mandarina natural mejora el estado antioxidante y disminuye el riesgo cardiovascular sobre todo en los niños. La granada igualmente es muy buena para luchar contra el colesterol además de reducir la tensión arterial si se consume de una manera regular.
Diente de león. Esta planta llega a lograr un efecto muy bueno sobre el hígado, siendo este órgano el que regula los lípidos esenciales. Consumirlo durante dos o tres veces diario es lo ideal.
Alcachofas. Igualmente son conocidas por sus propiedades que protegen al hígado y al regular las funciones de éste, ayudan en la eliminación de los desechos tóxicos del organismo, eliminan los restos de colesterol malo y depuran nuestro cuerpo por lo que resulta imprescindible incluirlas en la alimentación, consumidas preferiblemente de una manera natural, es decir, simplemente hervidas.