Estos dos alimentos tan básicos en nuestra alimentación tienen numerosos aportes tanto gastronómicos como medicinales ya que son anticancerígenos, cardioprotectores y previenen el envejecimiento.
Propiedades del limón
Este alimento es una fuente increíblemente excelente de vitamina, además de fósforo, potasio, calcio y vitamina A. De por sí todos los cítricos y por consiguiente el limón, son muy ricos en el antioxidante más corriente como son los flavonoides que se cree que bloquean algunas sustancias que son las responsables de padecer enfermedades de tipo cardiovascular así como el cáncer.
Existen remedios caseros para prevenir estas enfermedades como por ejemplo beber un zumo de limón con un poco de agua caliente a diario, algo que previene el estreñimiento. También se puede tomar un poco de zumo de limón con una cucharada de miel o beber zumo de limón con sal o con jengibre para ayudar a prevenir los síntomas del resfriado.
Igualmente resulta muy eficaz el limón para eliminar los malos olores de nuestras manos además de que si se utiliza en varias ocasiones durante el día, ayuda a hacer desaparecer las manchas de esta zona.
Se ha demostrado, mediante diferentes pruebas realizadas en laboratorios, que los limones tiene propiedades anticancerígenas especialmente para el cáncer de pulmón, de mama, de boca, de colon y de estómago. Como los limonoides tienen más capacidad para permanecer dentro del torrente sanguíneo, se cree que pueden ser muy adecuado para conseguir que las células cancerígenas frenen su crecimiento.
Propiedades del tomate
El tomate es muy rico en potasio y en vitamina C además de ser una excelente fuente de betacatotenos, de fitoesteroles y de licopeno que son unos antioxidantes muy potentes especialmente cuando se cocinan. El licopeno se ha demostrado que reduce bastante el riesgo de padecer un cáncer de próstata además de tener propiedades cardioprotectoras, anticancerígenas, antimutagénicas y antiinflamatorias.
Según diversos investigadores el comer tomate cuenta con un gran efecto protector para combatir el cáncer colon – rectal. Igualmente a las mujeres a las que se había diagnosticado un cáncer de ovarios, se consiguió observar una reducción bastante significativa en el riesgo de padecerlo cuando ingerían más tomates.
En los pacientes que padecen de cáncer de próstata, el consumo a diario de salsa de tomate durante unas tres semanas antes de practicar una prostatectomía, se demostró que experimentaron un descenso en el deterioro de su ADN, en los tejidos de sus próstatas, así como un aumento en la muerte de las células cancerígenas.