No conoces a nadie y tampoco tienes muy en claro cual es tu rol. Es normal que por momentos puedas sentirte al borde de un ataque de ansiedad. En esta nota, te daremos algunos tips para sobrellevar esa primera semana y quedar como una reina con todos tus nuevos compañeros. Puede que tengas 3 meses de experiencia o más de una década, pero hay algo que nunca cambiará: la primer semana en un nuevo trabajo es 100% estrés. No solo porque debes habituarte a tus nuevos compañeros y tareas: ni siguiera puedes servirte una taza de café, porque no sabes como funciona la máquina. Pero tranquila; eso no significa que tengas que vivir los 5 días más desdichados de tu vida. A continuación, algunas tácticas para sobrellevar las distintas situaciones que pueden presentase en tu nueva oficina.
- Ármate una guía de quien es quien: Lo primero que generalmente hacen cuando llegas a tu nuevo trabajo, es llevarte de recorrida y presentarte a más y más personas. Puedes volverte loca tratando de memorizar los nombres de decenas de desconocidos y sus respectivos cargos. Cuando finalice esa ronda y vuelvas a tu escritorio, lo primero que debes hacer es una lista de quién es quién en la empresa, y cuales son sus roles. Tenla a mano hasta memorizarla y utilízala mientras tanto como machete. En estos primeros días, puedes preguntar a todos sus nombres por segunda y hasta por tercera vez, sin pasar por olvidadiza o despistada. Los comienzos están llenos de información que inicialmente cuesta retener. Esto es normal y forma parte del proceso de adaptación.
- Sé amigable: No esperes que venga alguien y te invite a tomar un café o a almorzar. Pregúntales a los que se sientan cerca de ti si quieren ir a comer contigo. Elige a alguien (aunque más no sea por intuición) con quien sepas que puedes llegar a tener una charla interesante. No esperes que otro de el primer paso. Lo ideal es que elijas a una compañera como tu aliada y compinche, que será quien te ayudará a manejar toda la información nueva.
- No te tires a la pileta: Si bien es lógico que al principio te mueras de ganas de dar lo mejor de tu persona (y más también), no hagas promesas que después no estés segura de poder cumplir. En toda actividad nueva, por más que pienses que ya sabes cómo manejar todo, siempre hay que atravesar una curva de aprendizaje. Tenlo en cuenta antes de comprometerte con las fechas de entrega. Es muy importante conocer los tiempos, los procesos y los circuitos de comunicación en la empresa. Ten la cautela de tomarte el tiempo necesario para averiguarlo en lugar de ir a contramano de lo establecido.
- Convertirte en una “superchica” lleva su tiempo: Deberías dedicar la primera semana a observar, hacer preguntas y entender. Es posible que en tu antiguo trabajo estuvieras acostumbrada a hacer las cosas de una manera distinta, pero este no es el momento indicado para decirlo. Tómate el tiempo para aprender por qué las cosas se hacen así y no de otra manera. Tu objetivo durante las primeras semanas no es realizar modificaciones, sino ganarte la confianza de aquellos que te rodean. Es importante recordar que los cambios llevan tiempo: las nuevas estructuras no se imponen de un día para otro.