Debes saber que no todo el mundo aumentamos de peso de la misma forma, por eso es probable que hayas notado que acumulas grasa en una determinada zona de tu cuerpo o que la dieta que a tu amiga le funcionó, a ti no. Aunque es cierto que los hábitos influyen en nuestra figura, hay veces que se tienen más dificultades a la hora de adelgazar por el cuerpo que heredamos.
Según estudios realizados existen tres tipos de cuerpos: ectomorfo, mesomorfo y endomorfo y a partir de ahí, se han creado planes individualizados de alimentación. Por eso es fundamental identificar el tipo de cuerpo que tenemos para usar la dieta más adecuada a nuestras necesidades.
Cuerpo ectomorfo o “tipo tubo”
Una de las principales características de este tipo de cuerpos es que son delgados y en este grupo se encuentran incluidas las personas que tienen dificultades para subir de peso. Lo primero que hay que hacer es descartar cualquier problema médico y una vez hecho, lo ideal es seguir una dieta que esté compuesta por un 55% de carbohidratos, un 25% de proteínas y un 20% de grasas. Si te encuentras dentro de este grupo debes incluir en tu dieta legumbres, carnes magras, huevos y lácteos, verduras y frutas, frutos secos, aceite de oliva y cereales integrales.
A la hora de hacer ejercicio, este tipo de personas no deben hacer demasiada actividad cardiovascular y centrarse en aquellos que desarrollen los músculos, como los ejercicios con pesas o de alta exigencia física.
Cuerpo mesomorfo o “forma de manzana”
Las mujeres que tienen este tipo de cuerpo no son necesariamente obesas. El inconveniente es que la grasa se acumula en la zona de la cintura, formándose los michelines en esta región cada vez que se aumenta de peso. Además el vientre tiende a inflamarse con mayor facilidad, por eso la dieta perfecta para estas mujeres debería componerse de un 40% de carbohidratos, un 30% de proteínas y un 30% de grasas.
Si te encuentras dentro de este grupo hay que procurar incluir en la dieta frutas y vegetales, carnes magras, lácteos que sean bajos en grasa, frutos secos, legumbres y cereales integrales. Deben evitarse los refrescos con gas, la comida procesada, las harinas refinadas y las frituras y enlatados.
Se debe complementar la dieta con algo de ejercicio regular que combine ejercicios de fuerza y cardiovasculares. Además es sano practicar alguna disciplina como el pilates o el yoga ya que ayuda a mantenerse en el peso correcto y tonifica los músculos.
Endomorfo o “cuerpo tipo pera”
Las personas de esta categoría tienen un metabolismo lento por lo general y son personas que tienden a sufrir sobrepeso y obesidad, así como otras dificultades metabólicas. Se aconseja en este caso disminuir el consumo de doscientas a quinientas calorías al día en relación a la cantidad recomendada. Se debe limitar también el consumo de sal, ya que es frecuente tener problemas de retención de líquidos.
En este caso se deben incluir en la dieta diaria grasas saludables como las que tiene el aguacate y el aceite de oliva, así como frutas y vegetales que sean ricos en agua, cereales integrales, pescados y carnes magras y reducir al máximo el consumo de comida procesada y rica en sodio, bebidas azucaradas y productos de panadería.
Se recomienda realizar ejercicios aeróbicos a ritmo moderado durante treinta minutos, así como correr, montar en bicicleta o caminar. Cuando se comience a perder peso, lo mejor es incluir ejercicios de fuerza dos o tres veces a la semana.