Ir al ginecólogo por primera vez, es algo que incomoda a todas las mujeres, pero que debería realizarse desde tu primera menstruación: Es la única manera de prevenir cualquier tipo de anomalía y vigilar así el buen estado de tu salud. No tengas miedo, aquí te explicaremos cómo enfrentarte a ella con calma…
Acudir a un hospital, no es plato de buen gusto para nadie, pero a veces es bueno pensar que una visita a tiempo, puede prevenir males mayores y por eso, realizar visitas periódicas al ginecólogo, no sólo es algo recomendable, sino que debería ser obligatorio para toda mujer desde su primera menstruación, haciendo así que perdamos el miedo a visitar a este tan temido especialista.
Lo primero y fundamental para acudir por primera vez a un ginecólogo, es que lo hagas acompañada por tu madre, una hermana mayor o una amiga que ya haya pasado por esa experiencia: Hará que lo veas como algo normal y te tranquilizará contándote sus sensaciones y comprobarás que ir al ginecólogo es algo normal por lo que miles de mujeres pasan a lo largo del día sin temor alguno.
Una vez dentro de la consulta, tú decidirás si quieres estar sola con los profesionales o acompañada. Lo primero que harán será conversar contigo, para que veas que no son monstruos que tratan de hacerte daño, sino gente como tú o como yo que tan sólo quieren ayudarte y hacerte un reconocimiento rutinario.
Cuando ya estés más calmada, procederán a hacerte una serie de preguntas generales acerca de tu salud: Tus antecedentes familiares, si has sido intervenida en un quirófano en alguna ocasión o te han realizado alguna operación, cuáles son tus hábitos de vida en general: si fumas, si bebes, cuál es tu dieta…
Ya contestadas estas preguntas, el doctor o la doctora se centrarán en preguntas más relacionadas con la menstrución: Si tienes una regla periódica y regular, si no es así, con qué frecuencia te suele venir (En este caso sería recomendable que le llevases un calendario de tus últimas menstruaciones), si tienes pareja y mantenéis relaciones sexuales, métodos anticonceptivos que utilizáis…
Con todos estos datos ya claros, procederá, siempre con guantes y con la presencia de una enfermera durante toda la consulta, a la revisión de tus senos, para comprobar que no hay ningún bultito ni anomalía y una vez realizada, comenzará la revisión ginecológica, que se llevará a cabo a través de un pequeño algodón, con el fin de tomar muestras de tu vagina.
Y una vez tomadas dichas muestras, procederá a una última exploración, denominada bimanual, en la que apoyará sus dos manos sobre tu estómago, para comprobar el estado de tu matriz y tus ovarios.
Con esta primera visita, comprobarás que el miedo a acudir al ginecólogo es absurdo y que los médicos especialistas sólo tratan de mantener nuestra salud en el mejor estado posible, evitando con visitas periódicas, cualquier enfermedad que podemos prevenir acudiendo a los que más saben.
¡Pierde el miedo y cuídate!