Todos conocemos de sobras la fama que tiene la comunidad cántabra en cuanto se refiere a la belleza de sus paisajes, y no hay duda de que es merecida. Sus playas, sus valles y sus imponentes cimas, mucha parte de los mismos constituidos en espacios protegidos, son una verdadera muestra de la fuerza y vitalidad de la naturaleza en estado puro. También sus pueblos tienen un gran atractivo. Si viajamos hacia estas hermosas tierras no debemos dejar de visitar algunos de ellos, muchos de los cuales disponen de un patrimonio, tanto natural como arquitectónico e histórico, que nos impresionará.
Una localidad de gran belleza a la que podemos acercarnos es Solares, una pequeña población con unos 4000 vecinos, que pertenece al municipio de Medio Cudeyo, y que se enclava en una de las zonas más impactantes de la comunidad, el Valle del Miera, en la comarca de Trasmiera.
Todos hemos oído seguramente hablar de Solares, ya que destaca por su agua. Son famosos tanto sus manantiales como su Balneario, que fue construido en el siglo XVIII, y que, después de muchos años cerrado, vuelve a funcionar desde el año 2006.
Destaca de Todos conocemos de sobras la fama que tiene la comunidad cántabra en cuanto se refiere a la belleza de sus paisajes, y no hay duda de que es merecida. Sus playas, sus valles y sus imponentes cimas, mucha parte de los mismos constituidos en espacios protegidos, son una verdadera muestra de la fuerza y vitalidad de la naturaleza en estado puro. como Fuencaliente, del cual manan las aguas a una temperatura de 30º. Junto a él se encuentra la planta embotelladora, que comercializa dicha agua bajo el nombre de “Agua de Solares”, por todos conocida de sobras.
Solares dispone también de un importante legado histórico. En la localidad podremos contemplar obras como el hermoso Palacio de los Marqueses de Valbuena, así como el de la familia Rubalcaba, que fue construido en el siglo XVII. Sobresale también la Ermita de San Pedruco, levantada en el siglo XII, o el conocido como Pico Castillo, un valioso yacimiento que data de la Alta Edad Media.
Si tenemos la suerte de visitar la localidad durante los días que rodean al 29 de junio o al 15 de agosto, podremos participar en sus alegres fiestas, en honor a San Pedruco y a Santa María de Cudeyo, respectivamente. En ellas tienen lugar un gran número de actos como bailes, conciertos o comidas populares.
No debemos marchar sin probar alguno de sus platos típicos, como los “caricos”, que es como llaman los habitantes del municipio a las alubias rojas, un plato muy popular para ellos. Podemos optar por otros platos típicos de la zona como el cocido montañés, la olla ferroviaria o las empanadas.