Con la manualidad que explicaremos a continuación, vamos a elaborar un bonito espejo dentro de una raqueta. Continuando con nuestra política de objetos reciclados, en esta ocasión elegimos una raqueta, que puede ser cualquiera que tengamos estropeada, ya bien sea porque ha perdido tensión en sus cuerdas o bien porque se hayan roto, o bien simplemente porque no la usamos.
Es una manualidad fácil de elaborar, pero al trabajar con espejos debemos remarcar que deberemos trabajar con cuidado.
Materiales para su elaboración
– Una raqueta vieja de madera
– Pinturas de madera de varios colores
– Barniz
– Lija
– Pegamento
– Pincel
– Espejo del tamaño de la raqueta o un poco más pequeño
– Masilla
– Argolla
– Paño
– Alicates de corte
– Punzón
Manos a la obra
1) Empezaremos cortando las cuerdas de la raqueta, dejándola totalmente vacía.
2) Cuando las hayamos quitado, lijaremos toda la raqueta, quitando bien la pintura de la misma.
3) Seguidamente pasaremos un paño un poco húmedo por toda la raqueta.
4) Pondremos masilla en todos los agujeros por donde pasaban las cuerdas, tapándolos bien.
5) Cuando esté seca la masilla, volveremos a pasar la lija y el trapo húmedo
6) Comenzaremos a pintar la raqueta con los colores que más nos agraden.
7) Barnizaremos la raqueta.
8) Es el momento de colocar el espejo. Con el fin de que éste se quede perfectamente fijo, le colocaremos masilla.
9) Con el punzón haremos un pequeño agujero en el cerco superior de la raqueta, para poder poner la argolla.
Y ya está, ya tenemos nuestro espejo hecho con una raqueta vieja.