La domótica, que cada vez está adquiriendo un papel más protagonista en nuestros hogares, tiene como objetivo la mejora de toda la gestión energética de un habitáculo, y, por tanto, la de sus habitantes, por las comodidades que ofrece. Al mismo tiempo que resulta tan práctica, la domótica nos puede servir también para que algunas partes de nuestra casa tengan un mejor aspecto. En este artículo hablaremos concretamente del jardín.
El jardín es una zona de la vivienda que debe estar muy cuidada, lo cual quiere decir que suele acarrearnos trabajo. La domótica nos libera sin embargo de una gran parte del mismo, por ejemplo a través de los kits que podemos colocar de control de luces y control de riego, éste con aspersores y dosificadores.
Con ello podremos programar las luces para que se enciendan cuando queramos, o que lo hagan a nuestro paso, o con sensores. O, simplemente, con un mando a distancia.
En cuanto al tema del riego, es especialmente interesante su instalación en caso de riegos frecuentes, pudiendo también programar a nuestro gusto cuándo debe regarse cada zona o elemento, con los intervalos de tiempo necesarios, o hacer que rieguen en el momento adecuado solamente el césped, o aquellas flores que necesitan un riego especial.
Todo ello no sólo nos aportará una gran comodidad y nos sacará de encima mucha parte del trabajo del jardín, sino que, naturalmente, ayudará a que esté mucho más bonito y cuidado, ya que se puede decir que se podrá programar todo “perfectamente”. Incluso podremos conseguir las combinaciones de luces que más nos gusten, de tal manera que nuestro jardín lucirá mucho más.
Además no debemos olvidar otro tema importante, y es el ahorro tanto de energía como de agua que la domótica conlleva consigo, ya que sólo se gasta lo necesario.