Seguro que te parece increíble que haya un menú a base de pasta, de carne y de helado con menos de 450 calorías, pero lo cierto es que existe y la clave se encuentra en los ingredientes que se utilizan y en la manera en que se cocinan. Comienza a tomar nota.
Pasta con calabacín y atún de primer plato
Ingredientes:
– 250 gramos de pasta
– 2 calabacines
– 3 latas de atún natural
– 1 diente de ajo
– 2 cucharas de aceite
– Un poco de sal y pimienta
Se cuece la pasta en agua con pimienta, sal y ajo en polvo aproximadamente durante 10 minutos. Mientras tanto se pela y se corta el calabacín en cuadrados pequeños y se saltean en una sartén con aceite. Una vez esté echo se añade el atún y se mueve.
Se saca la pasta, se escurre bien y se incorpora en una fuente para rociar con aceite de oliva y añadir el calabacín y el atún por encima. Se remueve y se sirve.
Escalope con pimientos y patatas de segundo plato
Ingredientes
– 300 gramos de escalope de ternera
– 1 patata
– 1 pimiento rojo
– 1 huevo
– 4 cucharas de pan rallado
– 4 cucharas de harina
– 2 cucharas de aceite
– Un poco de sal y perejil
Lo primero que hay que hacer es precalentar el horno a unos 180 grados centígrados. En una bandeja de horno se coloca el pimiento junto con un poco de aceite y se mete dentro de éste durante unos 20 minutos.
Se pelan y trocean las patatas. Se fríen y se espolvorean con el perejil picado
Se sazona el escalope y se reboza pasándolo primero por huevo, después por harina y por último por pan rallado. Se fríe en el aceite de las patatas y se presenta junto con éstas y los pimientos pelados y cortados en tiras finas.
Sorbete de fresa para el postre
Ingredientes:
– Medio kilo de fresas
– 2 huevos
– 2 limones
– 2 cucharas de edulcorante de cocina
Se lavan las fresas y se ponen en un poco de agua para cocerlas. Se escurren y se pasan por un pasapurés.
En otra cazuela se caliente medio litro de agua junto con el edulcorante y el zumo del limón y se remueve hasta que todo quede bien disuelto. Se deja enfriar. Se cuela después y se mete en la nevera ya mezclado con el puré obtenido de las fresas.
Se vuelve a meter en la nevera y se saca después para batirlo tojo junto. Se montan las claras de los huevos y se añaden para de nuevo introducirlo en el congelador. Se saca, se bate otra vez y se guarda en la nevera hasta la hora de servirlo.
Para presentarlo se debe montar el batido en copas individuales a las que se puede añadir unas hojas de menta y un barquillo de chocolate. El resultado es perfecto y resulta exquisito.