Siguiendo con nuestro recorrido por las especies más comunes en nuestros acuarios, hoy hablaremos de un pez de gran belleza, el macropodus opercularis, más conocido comúnmente como Es uno de los primeros que llegaron a nuestro continente con fines ornamentales, lo cual tuvo lugar a mediados del siglo XIX.
Se trata de un pez de cuerpo largo, con las aletas muy desarrolladas, y con una gran variedad de colores. Los podemos encontrar en muchas tonalidades, como marrones, anaranjados, azules, rojizos o incluso una variedad albina que se ha conseguido con cruces en criaderos. Todos ellos, sean de la variedad que sean, poseen siempre en común unas rayitas verticales en un tono azulado.
En cuanto a las diferencias entre sexos, el macho se distingue por tener las aletas acabadas más en punta que la hembra. Además, suele tener mayor vistosidad en cuanto a su coloración. También son mas grandes, ya que los machos alcanzan fácilmente los 12 centímetros, mientras que las hembras son de menor tamaño.
Debemos hacer una advertencia importante a tener en cuenta antes de comprar este pez, y es que no es una especie nada sociable. Al contrario, se trata de un pez que se distingue por su intolerancia, y que no puede convivir con otras especies ya que las ataca, teniendo tendencia a que dicho ataque sea directamente a los ojos del otro pez. Además, los machos no soportan tampoco a los otros machos de su especie. Por tanto, si queremos tener peces paraíso deberemos tenerlos solos, sin poner en el acuario otros peces, y debiendo poner además un solo macho y 4 ó 5 hembras para un acuario de 60 litros.
El pez paraíso tiene su hábitat natural en los arroyos y los campos de arroz de países como Taiwán, China o Vietnam, aunque actualmente se trata de una especie en peligro de extinción, por lo que los que podemos comprar en las tiendas proceden todos de criaderos.
Se trata de un pez muy resistente, con una expectativa de vida de unos 10 años. Su temperatura ideal se consigue entre los 16º y los 24º. El agua es conveniente que posea un PH de entre 6.0 y 8.0, y, en cuanto a su dureza, puede estar entre 4 y 20.
El acuario donde los vayamos a poner debe tener bastante vegetación, así como escondrijos donde puedan esconderse las hembras, ya que a veces son acosadas. Además, debe ser un acuario tapado, ya que es una especie que salta mucho, y podríamos encontrarlo fuera del acuario.