Retomando un poco el recorrido por las principales variedades de plantas que solemos usar para adornar nuestras casas, le toca el turno hoy a una planta de gran belleza, debido sobre todo al bonito color de sus hojas. Se trata de la drácena roja, una especie que procede de Australia, aunque en dicho país es un poco diferente a las que encontramos nosotros aquí, con sus hojas más gruesas y curvadas. En los jardines de algunos países de las zonas del trópico llegan a crecer hasta 3 metros. En España suele usarse como planta de interior, ya que necesita un clima cálido.
Destacan sus largas hojas de color rojo, color que suele tener en tres tonalidades distintas. Cuando florece da unas flores liliáceas en racimos que cuelgan, y posteriormente le salen unas bayas rojas, que suelen atraer mucho a los pájaros.
Cuando la llevemos a casa hemos de buscarle un sitio donde le dé mucha luz, ya que la necesita en abundancia para conservar el bonito color de sus hojas, pero en el cual no le toque directamente la luz del sol al mediodía. Asimismo, debemos evitar que le dé cualquier corriente fría.
En cuanto al riego, necesita que la reguemos un par de veces por semana durante los meses de verano, mientras que en invierno será suficiente con una sola vez a la semana.
El suelo en el que se encuentre debe ser fértil y estar bien drenado. Aunque debemos evitar inundarla, también cuidaremos de que nunca se quede seco el substrato.
Si quieres reproducirla, deberás cortar uno de los tallos en trozos que midan entre 5 y 10 centímetros de largo y plantarlos en algún recipiente adecuado con arena. Ponlo en un sitio cálido pero en el que no le dé el sol, mejor tapado para que tenga humedad, y, entre las 6 y las 10 semanas, habrán brotado ya retoños.