Si pensamos visitar próximamente la ciudad de Barcelona, a la hora de buscar un buen local en el que comer tenemos ante nosotros una oferta extensa y variada. Encontraremos restaurantes para todos los gustos, de todo tipo de comidas y, por supuesto, para todos los bolsillos. Pero también encontraremos establecimientos que, por alguna circunstancia especial que poseen, podemos calificar de únicos. Éste es el caso del Restaurante Torre d’Alta Mar.
Se encuentra situado en el Paseo Juan de Borbón, junto al mar, y enseguida que lo veamos nos daremos cuenta de qué es lo que lo distingue del resto: su altura. Efectivamente, se trata de una antigua atalaya que ha sido rehabilitada y convertida en un restaurante moderno y vanguardista. Se encuentra nada menos que a 75 metros de altitud, y desde él podemos realizar lo que se dice “una cena de altura”, al mismo tiempo que disfrutamos de una de las vistas más impresionantes de la ciudad de Barcelona.
El local es agradable, decorado con un estilo especial y en el que se cuidan los detalles, y, por supuesto, totalmente climatizado.
Ofrece una cocina esencialmente mediterránea, en la que abundan las carnes y los pescados, combinados con otros productos como las setas, el caviar o las trufas.
Nos presenta una carta muy completa, con un gran número de entrantes tanto fríos como calientes, como el bogavante a feira con patata confitada o las gambas a la sal. Dispone también de una gran variedad de platos de pescado, como la lubina con raviolis de calabacín y mejillones, y un buen surtido de carnes, como el lomo de cabrito relleno de setas de burdeos con patatas trufadas.
Todo ello queda redondeado con su excelente carta de vinos, con un gran número de referencias, así como muchas denominaciones de origen de todas las comunidades españolas.
Abre todos los mediodías y noches, excepto el domingo, que permanece cerrado durante todo el día, y el lunes por la noche.